Un comentarista político del sur de la Florida los comparó con “el Gordo y el Flaco”. ¿Se acuerdan de la pareja de actores cómicos de la era de las películas en blanco y negro que se pasaban el día peleando?
Esa fue la comparación que hizo mi colega al ver juntos al gobernador de Nueva Jersey Chris Christie y al presidente Barack Obama, evaluando el enorme daño que dejó a su paso la tormenta Sandy.
En este caso, Christie es el “Gordo”, agresivo, gritón y abusivo. Ah, de paso vale la pena decir que Christie es uno de los republicanos más importantes del país. Él pronunció el discurso principal de la Convención Republicana, y es aliado del candidato presidencial de su partido Mitt Romney.
Obama, por supuesto, en esta metáfora es el “Flaco”. Él es el presidente demócrata, mesurado, el que habla sin gritar, y normalmente el blanco favorito de las críticas e insultos de Christie. Tal como ocurría en las películas del “Gordo y el Flaco”.
Esta vez, sin embargo, Obama y Christie unieron fuerzas. El huracán Sandy ha dejado decenas de muertos y ocasionado miles de millones de dólares en daños a los residentes del noreste de Estados Unidos. Hay miles de personas sin hogar, millones sin electricidad, el transporte público en Nueva York – los famosos subways de la capital del mundo – todavía no ha vuelto a funcionar como antes de la catástrofe. Muchas rutas han sido canceladas y el servicio es limitado.
Ese era el panorama el miércoles cuando Obama y Christie se unieron para juntos ver la magnitud del desastre. Un republicano y un demócrata unidos a menos de una semana de las elecciones presidenciales, parece un sueño de una noche de verano.
Y sin embargo, lo insólito se convirtió en realidad. Algunos republicanos criticaron a Christie. Algunos periodistas le hicieron preguntas incómodas.
“¿No cree Ud. que su gira con el presidente Obama perjudica al candidato de su partido en las elecciones del martes que viene”? preguntó uno de los periodistas.
Christie no vaciló. Su respuesta fue tajante.
“En estos momentos me importa más el bienestar de los ciudadanos de mi estado que el resultado de las elecciones” respondió Christie.
Y la verdad es que tiene razón. ¡Qué pena que en los momentos difíciles los políticos no piensen en el bienestar del país en vez de concentrarse en el resultado de unas elecciones!
Bonito ejemplo para el país.
Esa fue la comparación que hizo mi colega al ver juntos al gobernador de Nueva Jersey Chris Christie y al presidente Barack Obama, evaluando el enorme daño que dejó a su paso la tormenta Sandy.
En este caso, Christie es el “Gordo”, agresivo, gritón y abusivo. Ah, de paso vale la pena decir que Christie es uno de los republicanos más importantes del país. Él pronunció el discurso principal de la Convención Republicana, y es aliado del candidato presidencial de su partido Mitt Romney.
Obama, por supuesto, en esta metáfora es el “Flaco”. Él es el presidente demócrata, mesurado, el que habla sin gritar, y normalmente el blanco favorito de las críticas e insultos de Christie. Tal como ocurría en las películas del “Gordo y el Flaco”.
Esta vez, sin embargo, Obama y Christie unieron fuerzas. El huracán Sandy ha dejado decenas de muertos y ocasionado miles de millones de dólares en daños a los residentes del noreste de Estados Unidos. Hay miles de personas sin hogar, millones sin electricidad, el transporte público en Nueva York – los famosos subways de la capital del mundo – todavía no ha vuelto a funcionar como antes de la catástrofe. Muchas rutas han sido canceladas y el servicio es limitado.
Ese era el panorama el miércoles cuando Obama y Christie se unieron para juntos ver la magnitud del desastre. Un republicano y un demócrata unidos a menos de una semana de las elecciones presidenciales, parece un sueño de una noche de verano.
Y sin embargo, lo insólito se convirtió en realidad. Algunos republicanos criticaron a Christie. Algunos periodistas le hicieron preguntas incómodas.
“¿No cree Ud. que su gira con el presidente Obama perjudica al candidato de su partido en las elecciones del martes que viene”? preguntó uno de los periodistas.
Christie no vaciló. Su respuesta fue tajante.
“En estos momentos me importa más el bienestar de los ciudadanos de mi estado que el resultado de las elecciones” respondió Christie.
Y la verdad es que tiene razón. ¡Qué pena que en los momentos difíciles los políticos no piensen en el bienestar del país en vez de concentrarse en el resultado de unas elecciones!
Bonito ejemplo para el país.