El presidente Barack Obama se dirigió a la nación este domingo, en una alocución sobre los esfuerzos de Estados Unidos para proteger a su población y la lucha contra el grupo Estado Islámico, tras el ataque que dejó 14 muertos en California.
El presidente le habló a sus compatriotas desde el Salón Oval, en un discurso centrado en las medidas "que el gobierno está tomando para cumplir su mayor prioridad: mantener a los estadounidenses a salvo", indicó el presidente.
"El presidente explicó que se hará un informe sobre la investigación en curso debido al ataque trágico en San Bernardino", este de California, y "abordó más ampliamente la amenaza terrorista, incluyendo la naturaleza de la amenaza, cómo ha evolucionado, y cómo la derrotará", detalló.
“Continuaremos entrenando a personas para combatir el terrorismo”, dijo Obama, quien había realizado una alocución similar en 2010, cuando anunció el fin de los combates en Irak y se refirió a las medidas de seguridad tomadas "no sólo después del 11 de septiembre, sino después de (los atentados) en París", que dejaron 130 muertos.
El presidente Obama concluyó asegurando que Estados Unidos iba a prevalecer a pesar de las amenazas de los terroristas.
El secretario de Seguridad Interior, Jeh Johnson, afirmó al diario The New York Times que los yihadistas han "externalizado sus intentos de atacar nuestra patria", por lo que el problema "exige todo un nuevo acercamiento".
Por otra parte, los adversarios republicanos del presidente aprovecharon los programas de televisión del domingo para criticar su política contra el islamismo.
"Cuando vemos al presidente Obama decir que el calentamiento global es nuestro primer problema, nos dice que no entiende absolutamente nada", lanzó Donald Trump, que lidera los sondeos de los republicanos que aspiran a la Casa Blanca.
El miércoles Tashfeen Malik y su esposa Syed Farook atacaron un centro para discapacitados en San Bernardino, California, dejando 14 muertos y 21 heridos. Ambos fueron abatidos después de un enfrentamiento con la policía, en el peor incidente de este tipo en los últimos tres años en Estados Unidos.
El sábado, el grupo Estado Islámico se refirió a los autores del tiroteo como "soldados" de su califato, pero no reivindicó su acción.
El FBI señaló la "minuciosa preparación" de los asesinos y dijo que privilegiaba la hipótesis de "un acto terrorista". De confirmarse la pista, se trataría del mayor atentado en el país desde los registrados el 11 de septiembre.
Este domingo, el FBI anunció la requisa de una propiedad en Riverside. Según la NBC News, se trata de la casa de un amigo de Farook, Enrique Márquez, quien habría comprado los fusiles que se utilizaron en el ataque, pero el hombre no es considerado sospechoso.
Los investigadores del FBI encontraron "signos de radicalización" y una "inspiración potencial en organizaciones terroristas extranjeras", pero nada indica por ahora que sean una red organizada o una "célula", insistió el jefe de la policía federal, James Comey.
[Esta nota se complementó con información de Agencias]