Barack Obama y Raúl Castro concretaron el primer encuentro entre mandatarios de Cuba y Estados Unidos en más de 50 años, un hecho calificado de histórico que se suma a las distintas iniciativas que ambos Gobiernos han emprendido desde el pasado 17 de diciembre cuando anunciaron la intención de reanudar las relaciones.
A las 2:45 de la tarde, hora local, y por espacio de una hora, ambos hicieron un aparte en uno de los salones de reuniones del Centro de Convenciones Atlapa, para sellar el encuentro más esperado de la VII Cumbre de Panamá.
Una fuente de las delegaciones informó que "se reunieron cerca de una hora. No había tensión" durante la discusión en la que expresaron su disposición de avanzar hacia la normalización de las relaciones entre sus países.
Ambos mandatarios se comprometieron a tratar de establecer el tipo de relaciones pacíficas que han separado a sus países durante varias generaciones. "Este es un momento histórico", dijo Obama a los periodistas sobre el encuentro, durante la VII Cumbre de las Américas que se celebra en Panamá.
"La historia entre Estados Unidos y Cuba ha sido complicada", señaló Obama a los periodistas. "Tras 50 años de políticas que han fracasado, es el tiempo de intentar algo nuevo", dijo. El Presidente estadounidense aseguró que quería "pasar la página" en referencia a las viejas divisiones, aunque reconoció que aún existen diferencias significativas entre ambos países.
Castro, que estaba a su lado, señaló: Debemos tener "mucha paciencia". "Todo se puede discutir", aseguró también, pero Estados Unidos y Cuba pueden diferir de vez en cuando, dijo a la prensa. El líder cubano expresó, además, que había dicho a los estadounidenses que Cuba estaba dispuesta a discutir temas como los Derechos Humanos y la libertad de prensa, y sostuvo que "todo puede discutirse".
La reunión se inició luego de la foto entre todos los presidentes que participaron en el foro hemisférico, en el que por primera vez participa Cuba.
Obama y Castro se dieron la mano e intercambiaron bromas en la apertura de la Cumbre la noche del viernes y hablaron por teléfono el miércoles antes de que Obama saliera de la Casa Blanca.
Esta reunión no se había anunciado oficialmente, pero asistentes de la Casa Blanca sugirieron días antes que los dos líderes estaban buscando una oportunidad para reunirse en Panamá y discutir los esfuerzos por abrir embajadas en La Habana y Washington, entre otros temas.