El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, recibió hoy un informe en el que se documentan 106 casos de torturas dentro de Venezuela este año, de los que 11 fueron supuestamente perpetrados por gente "con acento cubano".
Las denuncias se incluyen dentro de un informe titulado "La implementación de un sistema torturador", presentado en la sede de la OEA en Washington por la abogada Tamara Sujú, directora ejecutiva del Instituto CASLA, una plataforma para los estudios de América Latina en la República Checa.
Sujú lleva documentando torturas en Venezuela desde 2004 y afirmó que este año, por primera vez, ha recibido 11 denuncias de venezolanos que dicen haber sido torturados por gente "con acento cubano", pero que se identificaron con "sobrenombres" y "números".
"En nuestro informe se habla de un sistema torturador porque no existe un organismo en Venezuela que no sepa de las torturas que se están haciendo", subrayó Sujú en una rueda de prensa.
Almagro, que acudió a la presentación del informe, aseguró que esta es la primera vez que la Secretaría General de la OEA recibe datos sobre supuestas torturas de personas "con acento cubano" y, por lo tanto, esa información aún debe de ser analizada para entender mejor sus repercusiones.
No obstante, el jefe de la OEA subrayó que hay cubanos dedicados a la inteligencia dentro del Ejército venezolano y de la sociedad civil con el fin de detectar disidencias.
Almagro estimó que hay unos 46.000 cubanos en Venezuela, número que también recogió en noviembre de 2017 el diario comunista cubano Juventud Rebelde.
"Si tenemos en cuenta que el Ejército colonial español eran 22.000, eso es más del doble", dijo Almagro. "Es decir, es una fuerza de ocupación, una agresión directa de un país a otro, reprimiendo los derechos de la gente".
Almagro, además, consideró que los 46.000 cubanos "probablemente estén mejor entrenados y con mejor equipamiento" que la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela.
Desde 2014, el Instituto CASLA ha detectado 536 presuntos casos de tortura en Venezuela, que han sido remitidos a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI).
La Fiscalía de la CPI ha recibido numerosas denuncias sobre crímenes de lesa humanidad en Venezuela, incluida la presentada por Argentina, Colombia, Canadá, Chile, Paraguay y Perú.