Esto que les voy a contar no me lo van a creer, ni de coña. Pero no me importa, la dictadura militar de Cuba viola los derechos humanos a mansalva y anda mucho descreído por ahí. Mucho tonto que la defiende.
Los hermanos Geordanis y Adael Muñoz Guerrero son dos activistas de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), una organización opositora que radica principalmente en Santiago de Cuba. Los hermanos Muñoz fueron condenados por una contravención: no pagaron sendas multas de 24 mil pesos que les impusieron cuando empezaron a aparecer carteles anticastristas en su barrio de Rancho Grande, Palma Soriano, la localidad en que residen.
La esposa de Geordanis me relató en el programa Contacto Cuba de Radio Martí (Minuto 12:43) lo que les vino encima el 3 de noviembre, ya estando ambos en la prisión de Aguadores. Se les presentó el oficial de la Seguridad del Estado Dainier Suárez Pagán. Ordenó que esposaran a Geordanis Muñoz a la espalda, lo hicieron bajar del Destacamento 1 y él mismo le propinó una dura golpiza.
Me lo dijo la propia Yenisei Jiménez con la voz un poco cortada, se sentía con rabia mientras relataba el abuso.
El 9 de septiembre de 2015 estos activistas intentaron ir al Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre. En el camino fueron detenidos por fuerzas policiales, oficiales de civil y miembros de las Brigadas de Respuesta Rápida y los vejaron de manera insólita.
Pagán, el hombre malo que golpea a mujeres y hombres en Santiago de Cuba, se encargó de la humillación. Hizo desnudar a Geordanis, lo golpeó con un bastón de goma en las nalgas y le dijo que si quería lo pusiera en las redes sociales. Como este joven opositor no tiene vergüenza de atravesar ese martirio por ver a su patria libre, se hizo una foto de las nalgas amoratadas por los golpes, la entregó a José Daniel Ferrer (líder de UNPACU y ex prisionero de la Causa de los 75) y éste la posteó en su cuenta de twitter.
Los hermanos Muñoz Guerrero fueron condenados a prisión en octubre pasado a 6 meses (Adael) y 1 año (Geordanis), respectivamente.
Geordanis Muñoz Guerrero dirige la célula “Pedro Meurice Estiú” en Palma Soriano y había ido dos veces a la Argentina invitado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de America Latina (CADAL). Participó en talleres de Derechos Humanos y lucha ‘noviolenta’, como la usó el joven serbio Srdja Popovic, dirigente del movimiento OTPOR.
Hay más. Ambos hermanos volvieron a ser multados, pero esta vez –si quieren no lo crean- dentro de la prisión. Les impusieron 2 mil pesos de multas porque Geordanis emitió una noticia al exterior sobre las malas condiciones que sufren los presos comunes en ese centro penitenciario.
¿Qué diran los centenares de juristas cubanos que saben que un oficial del G2 se viola todos los protocolos de Control penal, Seguridad penal, Orden interior, Reeducación y veja y maltrata a sus víctimas a mansalva?
¿Cuándo van a empezar a bajar de la pared sus títulos de abogado, juristas cubanos?
El esbirro Dainier Suárez Pagán es un hombre particularmente malo. Ha golpeado con saña a decenas de opositores en toda la provincia Santiago de Cuba. Lo poco que se sabe de él es que tiene grado de primer oficial (es decir, de Mayor a Tte. Coronel) y que proviene del municipio San Luis.
Ferrer escribió esperanzado a los obispos cubanos, pero no se sabe de respuesta alguna. Lo hizo el 11 de septiembre de 2015 y comenzó su misiva de manera elegante: “Respetables Pastores: (…)”, pero los prelados hicieron la vista gorda.
Ferrer, que denuncia cada injusticia que les sucede a sus activistas incluyó este párrafo en la carta: “…En esas lomas (conocida como “La Tanqueta”), el agente de la policía política Dainier Suárez Pagán, con sus subordinados, ha golpeado, herido y vejado a más de una decena de activistas. Les han desnudado y obligado, con sus pistolas puestas en las cabezas de las víctimas, a asumir posturas humillantes al tiempo que les amenazan con violarlos sexualmente. También les han acercado a la barbilla la llama de una fosforera para obligarlos a gritar contra su propia organización mientras los filman con un teléfono móvil”.
La callada por respuesta, cada obispo a su obispado. Y los militares a tranca con los cubanos.
Este artículo fue publicado originalmente el 19 de noviembre de 2016 en el blog Cruzar las alambradas.