El Gobierno panameño movilizó a miembros de 14 instituciones de seguridad y socorro que forman la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), para atender a casi 2.000 cubanos que han quedado varados en la frontera de Panamá con Costa Rica y que esperan seguir su viaje a Estados Unidos.
Representantes de estos cuerpos de seguridad en la provincia de Chiriquí se reunieron el lunes con el gobernador Hugo Méndez para discutir el manejo de los cubanos en la zona.
El jefe del Sistema Nacional de Protección Civil, José Donderis, en un recorrido por el sitio fronterizo de Paso Canoas, donde están recluidos los cubanos, dijo a periodistas que siguen instrucciones del presidente, Juan Carlos Varela, de garantizar una estancia segura y un trato humanitario a los cubanos, quienes entraron al país por Puerto Obaldía, en el Caribe, cerca de Colombia.
Las autoridades sanitarias, de seguridad y la Gobernación de la provincia de Chiriquí han iniciado una inspección de las condiciones sanitarias de los albergues, en los que ya se han dado algunos casos de diarrea y vómito.
Donderis indicó que movilizan a la FTC hacia los albergues para prepararse para las próximas semanas, para asegurar condiciones sanitarias, una mejor estancia, seguridad y alimentación a los cubanos.
El director de Protección Civil añadió que se mejorarán los albergues para recibir a más cubanos que están en puntos específicos del país, como Puerto Obaldía, por donde, calcula, entran unos 30 cubanos diariamente.
Está previsto que continúe la acumulación de migrantes, ya que Costa Rica anunció que no otorgaría más visas de tránsito a los cubanos después de la reciente crisis, durante la cual recibió a casi 8.000 que no pudieron poner pie en Nicaragua.
El cubano Sergio Rubén Blanco dijo a la agencia Efe que la mayoría de los albergados en Paso Canoas, cerca del 70%, son profesionales. Entre ellos hay médicos, enfermeras, ingenieros y terapistas que esperan no solamente la ayuda del Gobierno panameño, sino también de otros "países hermanos" que les permitan salir de Panamá y llegar a Estados Unidos, sostuvo.
Panamá y Costa Rica acordaron con México trasladar en vuelos directos hasta ese país a unos 6.000 migrantes que en su tránsito terrestre hacia Estados Unidos quedaron varados varios meses por el cierre de las fronteras nicaragüenses para los cubanos, a mediados de noviembre de 2015.
El operativo especial fue dado por concluido hace más de una semana por los Gobiernos centroamericanos, que informaron del traslado de 1.301 isleños desde Panamá y 4.818 desde Costa Rica.