El papa Francisco criticó el sábado a los periodistas que sacan a relucir escándalos viejos y a las noticias, y dijo que es "un pecado muy grave" que daña a todos los involucrados.
Francisco, que planea dedicar su próximo mensaje anual sobre comunicaciones a las "noticias falsas", dijo a la prensa católica que los periodistas realizan una misión que está entre las más "fundamentales" para las sociedades democráticas.
Pero les recordó que deben proveer información precisa, completa y correcta y no proveer reportes parcializados.
El papa dijo: "Ustedes no deben caer en los ‘pecados de comunicación': desinformación, o dar solamente un lado de la historia, o difamación, buscar cosas que son viejas noticias y han sido resueltas y sacarlas de nuevo a la luz".
Llamó esas acciones "un pecado grave que hiere el corazón de los periodistas y a otros".
En un encuentro a miembros de la Unión de la Prensa Periódica Italiana y la Federación Italiana de Semanarios Católicos, el Pontífice subrayó la “misión” fundamental que poseen de “informar correctamente” y “ofrecer una versión de los hechos lo más cercana posible a la realidad”.
“Estáis llamados a hacer accesibles a un vasto público las problemáticas complejas, de modo que se haga una mediación entre la conciencia a disposición de los especialistas y la concreta posibilidad de una amplia divulgación”, dijo en el encuentro.
“Vuestra voz, libre y responsable, es fundamental para el crecimiento de cualquier sociedad que quiera llamarse democrática, para que sea asegurado el continuo cambio de ideas y un debate fructífero basado en datos reales y correctamente reportados”, añadió.
El Papa también criticó que la actualidad a menudo está dominada por “el ansia de velocidad”, así como “del empuje del sensacionalismo en detrimento de la precisión y de la integridad, de la emotividad sobrecalentada al arte en lugar de la reflexión ponderada”.
Francisco pidió entonces “una información fiable, con datos y noticias verificadas, que no tengan como objetivo sorprender y emocionar, sino más bien de hacer que los lectores crezcan en un sentido crítico saludable, lo que les permite hacer preguntas apropiadas y alcanzar conclusiones razonadas”.
El Santo Padre advirtió la urgencia de “noticias comunicadas con serenidad, precisión e integridad, con un lenguaje pacífico, en modo de favorecer una rentable reflexión; palabras ponderadas y claras, que rechacen el discurso alusivo, gritado y ambiguo”.
(Con información de AFP y ACI)