El saxofonista y clarinetista Paquito d'Rivera, que salió de Cuba en 1980, opinó hoy que en en su país de origen "lo primero que hay que hacer es cambiar el Gobierno".
Preguntado por Efe sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU., D'Rivera aseguró que cuando "uno se toma una ducha, se cambia de ropa porque la que lleva huele mal", y añadió: "lo primero que hay que hacer es cambiar el Gobierno, porque esa ropa lleva 56 años puesta y con la misma familia".
Cuba, en opinión de D'Rivera, "está gobernada por la misma familia desde hace 56 años y haciéndolo mal. Ahora cambian el sistema con la misma gente y eso no puede andar si no se cambia la ropa".
El músico hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa para presentar los conciertos que ofrecerá en el Grec festival de Barcelona (noreste de España) junto a los brasileños del Trío Corriente y para cambiar de tema señaló: "Prefiero hablar de Brasil, que es un país libre, aunque haga tratos con Cuba".
Leyenda viva del jazz latino, D'Rivera llega a Barcelona por primera vez uno de sus discos más personales, un trabajo dedicado a su madre y por el que ganó dos Grammy en 2014.
Paquito D'Rivera a los saxos y al clarinete y los brasileños Paulo Paulelli al contrabajo, Edu Ribeiro a la batería y Fabio Torres al piano presentan un concierto que toma el título del disco "Song for Maura", en el que realizan un "encuentro feliz con las sonoridades brasileñas".
Serán 5 conciertos, desde hoy y hasta el 25 de julio, con dos actuaciones al día de temas de un disco "que tiene aura, cosas lindas" dedicadas a su madre, Maura Figueras, fallecida hace tres años, y una renovada declaración de amor por las armonías cariocas.
La colaboración de los brasileños con el músico cubano empezó en 2010 y Alex Brown, su "pianista de cabecera", se los recomendó cuando dijo: "es mi trío brasileño favorito".
Por alguna razón, en opinión de D'Rivera, aunque "la música cubana y la brasileña sean primas hermanas, los cubanos no tienen ni idea cómo se toca la samba, y ya en mi libro 'Mi vida saxual' dije que era imposible encontrar un brasileño en los conciertos de Celia Cruz".
El emblemático intérprete de jazz latino considera que "el jazz es un comodín que se sirve con todo, es como el arroz blanco".