El saxofonista cubano Paquito D'Rivera vuelve a los escenarios de Miami este sábado 15 de noviembre (Miami Dade County Auditorium), poco antes de tomar un avión hacia Amsterdam, donde participará en los homenajes por el bicentenario del belga Adolphe Sax, inventor del espectacular instrumento.
D'Rivera es un eterno viajante. Así se confesó anoche en entrevista con Jaime Bayly, del canal Mega TV, y así lo hace constar su agenda de trabajo que está disponible en internet. Simpático y de buen humor, el ganador de una docena de premios Grammy (contando los Grammy latinos) narró cómo escapó de Cuba en 1980, vía Madrid, cuando sólo tenía 35 años y entonces era ya un reconocido instrumentista de la orquesta Irakere, que fundó Chucho Valdés.
"En aquel año repartieron palos de golf, pero no para jugar, sino para golpear a la gente que quería irse del país", dijo D'Rivera al entrevistador.
Según sus palabras, vivió momentos de angustia al constatar la violencia con que se ensañó el Gobierno de la isla comunista, el odio en las calles y las vejaciones a las que fueron sometidos quienes intentaban buscar un futuro mejor. Por eso, y porque no quiere pedir permiso para entrar a su país, es que no volverá hasta que se quite del medio la larga dictadura. Es cuestión de principios. Sin embargo, respeta a quien regrese anticipadamente.
Paquito es más conocido como intérprete de jazz, aunque con el saxo haya llegado a especializarse en la música paraguaya. Al marcharse de Cuba, se reunió con su madre en Nueva York luego de seis meses en Madrid, pero a su hijo –que actualmente vive en Miami– estuvo unos diez años sin verlo.
En la entrevista se le vio conversador y sereno, feliz por volver a Miami, la denominada "capital del exilio cubano". En esta ciudad estará con su sexteto, integrado por Diego Urcola, trompeta y trombón; Oscar Stagnaro, bajo; Alex Brown, piano; Arturo Stable, percusión; y Vince Cherico, drums.
Con los escenarios ganados y una mujer que lo espera permanentemente en New York, donde vive, este hombre vital sigue siendo profundamente cubano. Escribe columnas en periódicos, polemiza sobre política y quiere seguir ganando el Grammy, dijo sonriendo, como si fuera un niño, en un momento de la entrevista.