Miguel ha dejado de asistir a los parques con conexión inalámbrica en las noches por el riesgo que corre de ser asaltado y perder su teléfono, o, peor aún, terminar herido o golpeado. El miedo lo consumió después de conocer que a varios amigos muy cercanos les habían robado un celular o una laptop visitando estos lugares.
“Nada que se haga en Cuba es 100 por ciento favorable para el pueblo. Pensé conversar con mi hermana que está en Miami pero si me entretengo me quedo sin móvil. Este estrés será para otros; yo me quedo en casa escribiendo por el nauta del móvil”, explicó Miguel.
Los asaltos aumentan en los parques habilitados para la conexión wifi debido a la presencia de aparatos tecnológicos de gran valor que tienen que llevar los usuarios de la red Nauta, según estimaron algunos entrevistados.
Algunos asisten de día, pero los que trabajan en horario de oficina solo tienen libres algunas horas en las noches.
Alejandro era un fiel asistente del parque Mónaco, habilitado hace unas semanas con este sistema y ha dejado de ir ahí. “La zona es peligrosa y los asaltos son el tema de conversación al siguiente día”, expresó.
A los parques o puntos habilitados de conexión inalámbrica las personas en su mayoría llegan con smartphones de gama alta y media que pueden costar desde los 300 a 800 pesos convertibles (CUC, equivalentes a dólares). También algunos con laptops cuyo costo es igualmente muy alto para el salario medio, de unos 23 dólares.
En el propio parque, Mónaco desde el 30 de noviembre hasta la fecha han ocurrido al menos tres asaltos según Pedro, el delegado de la circunscripción (autoridad del barrio que representa a sus seguidores en el gobierno).
La noche es más insegura en Cuba acabándose el año
Según la explicación de un policía que prefirió el anonimato, “la calle, que ya está mala, se pone peor en estos últimos meses del año”.
“Es verdad que los asaltos aumentan a final de año, todo el mundo quiere celebrar y para eso hace falta dinero. Esos parques antes vacíos hoy están llenos de celulares y computadoras; nada, un manjar para los vagos de este país”, dijo por su parte Magela, una señora cercana a los 60 años interrumpiendo la conversación con el policía.
El internet en Cuba ya está en la calle, “¿pero cuándo llegará a los hogares?”, pregunta Alex, un cubano que afirma haber conocido el mundo. “El wifi en el parque es gratis en otros países; aquí lo ven como algo novedoso. Cuando ETECSA llegue allí (a dar el servicio a domicilio), muchos no estaremos”, señaló, refiriéndose al deseo de emigrar que tienen tanto él como muchos otros cubano.
La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) anunció que desde el 1 de julio de este año habilitaría 35 zonas públicas con internet inalámbrico y rebajaría a la mitad la tarifa de las conexiones para ampliar la conectividad de la Isla. Conectarse actualmente está costando dos dólares por cada hora de navegación, pero el servicio tiene severas deficiencias que han suscitado no pocas quejas.
ETECSA está habilitando con señal de wifi los parques de la capital pero “también está facilitándole las cosas a los ladrones”, expresó otro vecino sentado en el parque Mónaco, mientras se alejaba.
[Este artículo fue publicado originalmente en Cubanet]
