A medida que el mundo comienza a construir redes de quinta generación (5G), los funcionarios estadounidenses están haciendo sonar la alarma de que la nueva tecnología ayudará a los regímenes autoritarios a reprimir y controlar aún más a sus propios ciudadanos.
Las conexiones más rápidas y el mayor ancho de banda de las redes 5G harán que “en los próximos años se conecten a internet miles de millones de nuevos dispositivos”, dijo el diplomático estadounidense encargado de asuntos cibernéticos, Robert Strayer.
Para la mayoría de las personas, la tecnología 5G mejorará su calidad de vida; pero en el caso de algunos, podría utilizarse para limitar sus libertades. Las empresas con sede en la República Popular China (RPC) ya están desarrollando y utilizando tecnologías avanzadas de vigilancia, que se utilizan para controlar a poblaciones en el país y en el extranjero.
La prisión de datos de Pekín
El gobierno chino utiliza tecnologías para socavar los derechos humanos y las libertades fundamentales. Recopila y explota datos a una escala sin igual y utiliza la información para promover la corrupción y la represión, llevar a cabo una vigilancia masiva arbitraria y silenciar la disidencia. La futura adquisición de tecnología avanzada por parte de Pekín no hará sino agravar esta situación.
Según Strayer la República Popular China está utilizando actualmente tecnología de vigilancia de alta tecnología de manera generalizada y arbitraria así como la recopilación involuntaria de datos personales.
En el informe de Freedom House “Freedom on the Net 2018”, 18 de los 65 países analizados habían comprado sistemas a empresas chinas como Yitu, Hikvision y CloudWalk. Estas empresas combinan “avances en inteligencia artificial y reconocimiento facial para crear sistemas capaces de identificar amenazas al ‘orden público'”.
La tecnología 5G emergente hará aún más fácil la vigilancia y el control de los ciudadanos.
La exportación de Pekín: la opresión
Strayer comentó que las empresas tecnológicas chinas ya están trabajando con gobiernos autoritarios en el mundo y con frecuencia mano a mano con el gobierno chino para suprimir la libertad de expresión y los derechos humanos. “Dado que todos estos servicios se apoyan en la 5G, la importancia de salvaguardar nuestras redes esenciales no podría ser mayor”, dijo.
Con la adopción de las redes 5G, gran parte de esta vigilancia será automatizada, y la RPC podría exportar su modelo represivo de gobernanza. Esa es una de las razones por las que en Estados Unidos hay preocupación por la red 5G.
Zimbabue, como parte de su acuerdo comercial en el marco del proyecto de la Franja y la Ruta, está importando el sistema de reconocimiento facial de China y es probable que se aplique de manera que reduzca el coste del autoritarismo, según un informe de principios de año.
“Si las empresas chinas siguen construyendo las infraestructuras necesarias para la 5G, estarán mejor situadas para sacar partido de su acceso a estos datos”, expresó Strayer.