El receptor cubano Brayan Peña, quien lleva 11 años en las Grandes Ligas estadounidenses está en la boca de muchos fanáticos del béisbol en estos días por un escrito suyo publicado por The Players Tribune, donde afirmó que él quiere "pensar que los peloteros cubanos somos un puente".
"Sólo quería que la gente supiera la realidad de nosotros, los peloteros cubanos. Quería que entendieran que nuestra trayectoria no es fácil, que hemos sufrido mucho. Todo el que sale de Cuba sufre. Lo primero es alejarse de la familia. Eso me inspiró", declaró al periódico El Nuevo Herald.
Peña, junto a los también cubanos José "Pito" Abreu, Yasiel Puig y Alexei Ramírez, integraron una delegación de MLB que viajó en diciembre pasado a la isla para impartir clínicas de béisbol a niños cubanos y sostener conversaciones con dirigentes de la Federación Cubana de Béisbol.
En la década de 1990 Peña abandonó una novena cubana de béisbol juvenil que jugaba en Venezuela con la intención de alcanzar algún día las Grandes Ligas. En su momento, esta decisión le costó muchas lágrimas…
"Como en ese momento que lo dejé todo atrás. Imagínate, yo tenía 16 años y no sabía nada de lo que podría suceder en el futuro, pelo lo hice por mi familia, por cumplir mi sueño de jugar en Grandes Ligas. No hay nada más aterrador que el pensamiento de no ver más a tus seres queridos", dijo Peña al periodista Jorge Ebro.
Sin embargo, Peña agrega que ahora no se arrepiente de haber dado ese paso.
"No, todo aquello me hizo más fuerte, hizo a mi familia más fuerte, me impulsaron a seguir adelante y demostrarme a mí mismo que había dado el paso correcto, que retroceder no era una opción".
Peña jugará la próxima temporada con los Cardenales de San Luis. Anteriormente ha vestido los uniformes de los Bravos de Atlanta, los Reales de Kansas City, los Tigres de Detroit y los Rojos de Cincinnati.
