Activistas del Movimiento Dignidad en Palmarito de Cauto dijeron a Martí Noticias que la líder del mismo, Belkis Cantillo, permanece aún bajo arresto por órdenes de la Seguridad del Estado en la unidad policial del municipio Mella.
Las integrantes del movimiento Moraima Díaz Pérez y Paula Girón Castro confirmaron que la coordinadora se encuentra aún encarcelada y que el poblado de Palmarito se encuentra tomado por fuerzas de la policía política.
Cantillo fue arrestada con otras tres activistas tras el allanamiento de sus viviendas en el poblado Palmarito de Cauto, en Santiago de Cuba, pero ella es la única que no ha sido liberada.
Díaz Pérez, que fue de las arrestadas y luego liberadas, contó que la carretera de acceso al poblado está tomada por vehículos militares y que ella y las demás activistas del movimiento están sitiadas y amenazadas para que no salgan de Palmarito.
Las opositoras planeaban asistir este domingo a la misa en el Santuario del Cobre para pedir a la Patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad, que las autoridades comunistas cubanas anulen la ley de Peligrosidad Predelictiva, que permite encarcelar a personas sólo por la suposición de que puedan delinquir.
Las mujeres que fueron liberadas tuvieron que regresar caminando en la madrugada unos siete kilómetros hasta sus casas.
Junto con Cantillo y Díaz Pérez, fueron arrestadas las activistas Maidolis Oribe y Yoanna Quesada Massabeaut.
El domingo pasado dieciséis de las integrantes del Movimiento Dignidad fueron desalojadas a la fuerza del poblado del Cobre por la policía y la Seguridad del Estado.
El opositor Movimiento Dignidad, de reciente creación, está integrado por unas 60 mujeres, y lucha por la amnistía incondicional e inmediata para todas las personas actualmente detenidas por supuesta Peligrosidad Predelictiva y la supresión en el Código Penal de ese concepto arbitrario.
La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba manifestó su apoyo al nuevo movimiento en un comunicado, en el que resalta su labor en pos de la "transparencia y monitoreo nacional e internacional de las cárceles y centros de detención en Cuba –incluyendo su inmediata inspección por parte del Relator Especial de la ONU contra la Tortura y Detenciones Arbitrarias- para poner fin a la impunidad de las torturas, asesinatos, malas condiciones de vida que imperan en ellas".