Las FARC invitaron al ex astro argentino Diego Armando Maradona a vestir su camiseta en un partido de fútbol por el diálogo de paz en Colombia en un encuentro que enfrentaría a los guerrilleros con un equipo de futbolistas retirados en la isla caribeña, asegura un despacho de la agencia Reuters.
La idea, surgida del legendario mediocampista colombiano Carlos "Pibe" Valderrama, es buscar apoyo internacional para las conversaciones que desde hace más de un año sostienen en Cuba el Gobierno de Juan Manuel Santos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Nos estamos preparando físicamente, atléticamente", dijo a periodistas Iván Márquez, jefe del equipo negociador de las FARC. "Nos estamos entrenando para jugar ese crucial partido aquí en La Habana".
El guerrillero, que el fin de semana apareció en una foto junto a otros combatientes de las FARC vistiendo camisetas de fútbol con un balón bajo el brazo, envió "un SOS" a Maradona, una leyenda del fútbol y amigo de Fidel Castro.
"Que nos acompañe, que venga a jugar con nosotros para que intentemos por fin alcanzar una paz que nos ha sido esquiva durante décadas", dijo.
El partido pretende dar visibilidad al diálogo de paz, que ha logrado acuerdos sobre el acceso a tierras a campesinos desplazados por la violencia y la futura participación de los guerrilleros en la política.
Pero la idea fue recibida con poco entusiasmo por el Gobierno en Bogotá, que percibe el duelo futbolístico como una distracción en las negociaciones para acabar con un conflicto de casi medio siglo que ha causado más de 200.000 muertes.
Guerrilleros y negociadores del gobierno están discutiendo actualmente el tráfico ilícito de drogas, un ríspido pero importante punto en la agenda.
La idea, surgida del legendario mediocampista colombiano Carlos "Pibe" Valderrama, es buscar apoyo internacional para las conversaciones que desde hace más de un año sostienen en Cuba el Gobierno de Juan Manuel Santos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Nos estamos preparando físicamente, atléticamente", dijo a periodistas Iván Márquez, jefe del equipo negociador de las FARC. "Nos estamos entrenando para jugar ese crucial partido aquí en La Habana".
El guerrillero, que el fin de semana apareció en una foto junto a otros combatientes de las FARC vistiendo camisetas de fútbol con un balón bajo el brazo, envió "un SOS" a Maradona, una leyenda del fútbol y amigo de Fidel Castro.
"Que nos acompañe, que venga a jugar con nosotros para que intentemos por fin alcanzar una paz que nos ha sido esquiva durante décadas", dijo.
El partido pretende dar visibilidad al diálogo de paz, que ha logrado acuerdos sobre el acceso a tierras a campesinos desplazados por la violencia y la futura participación de los guerrilleros en la política.
Pero la idea fue recibida con poco entusiasmo por el Gobierno en Bogotá, que percibe el duelo futbolístico como una distracción en las negociaciones para acabar con un conflicto de casi medio siglo que ha causado más de 200.000 muertes.
Guerrilleros y negociadores del gobierno están discutiendo actualmente el tráfico ilícito de drogas, un ríspido pero importante punto en la agenda.
