Un primer teniente de la Policía Nacional Revolucionaria que insultó, golpeó y amenazó con disparar su arma contra un opositor en Camagüey fue desarmado y llevado en un carro patrullero por otros agentes, luego que hiriera a un activista en plena vía pública.
Sus desafueros contra el activista pro Derechos Humanos Fernando Vázquez Guerra, coordinador en Camagüey de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) quedaron documentados en una grabación de video, de la que al menos, puede escucharse el sonido del violento altercado en el que el policía hizo dos intentos por balearlo.
El primer teniente de la Policía Nacional Revolucionaria, de apellido Molina, jefe de sector del barrio de Buenos Aires, sacó su arma reglamentaria de manera imprevista, ante las demandas del activista de que le devolviera la cámara que le había arrebatado momentos antes frente a su casa.
Vázquez Guerra había advertido al policía que grabaría la conversación como garantía legal, debido a que el agente no le reveló los motivos de la citación policial ni le entregó documento alguno.
Tras ofender a Vázquez Guerra, quien se desempeña habitualmente como reportero ciudadano, el gendarme comenzó a golpearlo con sus propias manos y amenazó con dispararle dos veces, apuntando a la cabeza y al pecho.
Los oficiales de la policía deben llevar su arma descargada y con seguro, de acuerdo a lo dictado en su reglamento, un detalle que probablemente el policía dio por sentado que el activista no sabía.
Vázquez Guerra explicó en el programa Contacto Cuba, de Radio Martí, que no respondió a la golpiza para no ser acusado de atentado, una figura jurídica empleada habitualmente por el régimen de La Habana para encarcelar a sus opositores políticos cuando tienen algún roce con agentes.
Antes de marcharse, el policía le arrebató el aparato que a todas estas se había mantenido grabando cada ofensa y amenaza. Poco después y aún sin atenderse la herida en su cabeza, Vázquez Guerra se presentó en la unidad policial acompañado de activistas de varias organizaciones opositoras de la provincia para demandar la devolución de su cámara.
Fernando contó que en la calle frente a la unidad policial, delante de vecinos y unos 8 policías, Molina agredió con una cabilla al opositor y le pateó en el piso. Posteriormente, el primer teniente fue desarmado ante sus propios ojos y llevado por otros policías en un carro patrullero, un hecho que no sucede con frecuencia.
Dos de los agentes en el lugar se llevaron al opositor al hospital militar de Camagüey, donde recibió los primeros auxilios y luego fue detenido en la unidad policial hasta pasadas las 10 p.m. del miércoles. Vázquez Guerra fue liberado, como temía, bajo acusaciones de atentado a la autoridad.
Le entregaron su cámara de fotos y, aunque fueron borradas las imágenes, en el aparato todavía estaba el archivo de audio de la agresión que reproducimos.
Un oficial del Ministerio del Interior del Departamento de Enfrentamiento, quien se identificó como Yoan, aseguró a los opositores que acompañaron a Vázquez Guerra, que el policía sería procesado por su agresión.
Los opositores entregaron una carta en Fiscalía Militar denunciando los abusos del agente y ofrecieron como prueba la grabación de la cámara, pero esta última fue rechazada.
De igual modo, entregaron la carta en la Fiscalía Municipal y allí sí aceptaron la grabación como evidencia. Además, les informaron que recibirían una respuesta dentro de 21 días.
Martí Noticias intentó obtener una reacción de la unidad policial de Montercarlo, en la ciudad cabecera, pero la justificación fue: “No, aquí el oficial de guardia no sabe nada de eso, porque está de vacaciones…”.
Hasta dos años de cárcel
El agente policial, según el Código Penal cubano, habría incurrido en el delito de amenazas, con el agravante de usar un arma de fuego.
En el Título IX, Delitos contra los derechos individuales, Capítulo I, Sección Segunda, Amenazas, se prevé que:
ARTÍCULO 284. 1. El que amenace a otro con cometer un delito en su perjuicio o de un familiar suyo que por las condiciones y circunstancias en que se profiere sea capaz de infundir serio y fundado temor a la víctima incurre en sanción de privación de libertad de tres meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas.
2. Si para la amenaza se emplea un arma de fuego o de otra clase la sanción es de privación de libertad de seis meses a dos años o multa de doscientas a quinientas cuotas.
Vázquez Guerra grabó posteriormente la alocución que reproducimos abajo, dirigida a los medios que habitualmente cubren asuntos cubanos desde el exterior.
El opositor había sido arrestado a fines de junio en Santiago de Cuba entre 15 activistas de la UNPACU, organización de la disidencia interna liderada por José Daniel Ferrer. En aquel momento, participaban en la filmación de un videoclip junto al rapero Omar Sayut Taquechel, en una calle del reparto Mármol.