El presidente polaco, Bronislaw Komorowski, recordó hoy en Gdansk que, aunque Polonia fue parte "importante" de los aliados que ganaron la II Guerra Mundial, la victoria polaca "fue pírrica y amarga" y el fin del conflicto dejó al pueblo polaco "en el lado equivocado del Telón de Acero".
Komorowski hizo estas declaraciones durante una mesa redonda en la que participaron varios dirigentes internacionales, organizada por el centro de Solidaridad de Gdansk dentro de los actos que conmemoran hoy y mañana en esta ciudad polaca el 70 aniversario del final de la II Guerra Mundial.
El Jefe del Estado polaco insistió en la imposición comunista en parte de Europa que siguió al fin de la contienda y lamentó que "Polonia no pudo aprovecharse de la victoria a pesar de haber jugado un papel importante en su consecución".
Bronislaw Komorowski compartió el acto con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, el responsable del Consejo Europeo, el también polaco Donald Tusk, y los presidentes de Lituania, Ucrania, Estonia, Rumanía, Croacia, Chipre, y la República Checa.
Por su parte, el secretario de la ONU, Ban Ki Moon, pidió a los países de todo el mundo "trabajar juntos para hacer una sociedad mejor", a la vez que expresó su admiración por los pueblos y gobiernos de Europa que lucharon para defender la libertad y la democracia durante la II Guerra Mundial.
El presidente ucraniano aprovechó su intervención para destacar que "la Unión Europea es el único remedio para evitar que tragedias como la II Guerra Mundial vuelvan a repetirse", aunque recordó que mientras la integración europea no se complete y se acepte a nuevos pueblos (en referencia a la aspiración de Ucrania de ser parte de la UE) "la seguridad en nuestro continente será frágil".
En su intervención Donald Tusk quiso destacar el simbolismo de la ciudad polaca de Gdansk, "donde nació el sindicato Solidaridad y se escenificó la rebelión de miles de trabajadores y decenas de intelectuales contra el poderío de la Unión Soviética", una oposición al régimen comunista que a la postre fue decisiva para provocar la caída del Muro de Berlín en 1989.
A medianoche, Komorowski y el resto de dirigentes internacionales que hoy participan en Gdansk en los actos conmemorativos, entre ellos el presidente del Congreso de los Diputados español, Jesús Posada, asistirán a una ceremonia en el monumento de Westerplatte en homenaje a los caídos en la II Guerra Mundial.
La decisión de Polonia de acoger hoy y mañana uno de los principales actos internacionales en recuerdo del final del conflicto ha sido interpretada como una forma de restar protagonismo al tradicional desfile militar organizado el próximo 9 de mayo en Moscú.