Un grupo de opositores cubanos presentaron hoy en Madrid su proyecto #Otro18, con el que aspiran a una transición política en Cuba mediante la transformación de la ley actual, con la participación activa de la sociedad.
"Buscamos transformar la ley para llegar a un Estado de Derecho", afirmó Manuel Cuesta Morúa (Arco Progresista) que, junto a Yusmila Reyna (UNPACU), Rolando (FANTU) y Boris González (periodista), presentaron el nuevo proyecto político, que se plantea como primer objetivo la reforma de la ley electoral para poder participar de la vida política.
Y, desde la Asamblea Nacional, proponer los "cambios imprescindibles" para que en Cuba "se establezca un Estado de Derecho" y, entre otras cosas, poder elegir al presidente, afirmó Ferrer.
Consideran que es un proceso para el que establecen una primera "agenda mínima", en la que demandan una reforma del sistema electoral, libertad para nominar a las candidaturas y realizar campañas, independencia del registro electoral, ampliación de los derechos de los electores y elegidos, y la legalización de las asociaciones cívico-políticas.
En una segunda etapa, una "agenda máxima" incluiría reformas en cuanto a los derechos fundamentales y libertades públicas, reforma estructural del sistema político, la descentralización administrativa y un nuevo calendario electoral, que incluiría la elección del presidente de Cuba.
Según Morúa, en la isla hay una situación "que puede garantizar la viabilidad de una propuesta de esta naturaleza" y puso como ejemplos la retirada anunciada de Raúl Castro, la futura nueva ley electoral y la apertura del diálogo con Estados Unidos, con lo que "ya no hay enemigos".
Por ello, han abierto un proceso de debate con la ciudadanía, para que el futuro Estado "se parezca al país y no al poder", dijo el político de Arco Progresista.
Preguntado por si hay sectores dentro del castrismo que estarían dispuestos a apoyar una transición política, Morúa afirmó que sí, pero "requieren de la presión de la ciudadanía".
"No estamos en condiciones de llevar a miles de personas a una plaza pública, pero hay otras opciones de presión social", declaró Reyna.
La iniciativa #Otro 18 hace referencia al año 2018, en el que Raúl Castro abandonará el poder, según ha anunciado el propio gobernante cubano, además del año en el que está previsto que se apruebe una nueva ley electoral.
En este proyecto participan más de 45 organizaciones políticas y sociales, que agrupan a gran parte de la oposición.
Al ser preguntados por las diferencias entre grupos que se oponen al Gobierno de Castro, Boris González reconoció que "no somos la única alternativa", pero esa circunstancia es enriquecedora y "no excluyente".
"Todos queremos elecciones libres, pero vemos diferentes formas de llegar a un mismo fin", concluyó Reyna.
Por otra parte, Morúa pidió a Europa y a España que les "acompañen en este proceso de transición gradual de la ley a la ley".
Afirmó que la comunidad internacional ha visto hasta ahora a la oposición como "parte de un grupo de resistencia" que demanda derechos ante un Estado opresor, pero insistió en que "esto es una demanda política, que responde a una demanda creciente" de la ciudadanía.
"Es un proceso político, no una revolución", insistió Morúa.
Los participantes coincidieron en que el proceso de reformas emprendido en Cuba no debe ser sólo económico, sino también político.
Por esa razón descartaron la llamada "opción china" de "un Estado, dos sistemas", primero porque el Gobierno cubano no ha permitido la apertura económica y porque en el país caribeño existe el "relajo cubano", frente a la estructura vertical de la sociedad china.