Mientras se le suministra el preso político Tomás Núñez Magdariaga nutrición vía intravenosa en la sala de penados del hospital Juan Bruno Zayas, de Santiago de Cuba, el personal médico ejerce presión para que el opositor abandone la huelga de hambre que inició hace 49 días.
Yennisey Jiménez, vecina y amiga de la familia Núñez Magdariaga, dijo a Radio Martí que la doctora les pidió exigir al opositor que ingiera alimentos.
Ellos respondieron que esa es una decisión que debe tomar el huelguista. "El siempre ha dicho que va a comer el día en que le den la libertad, en su casa", porque ha sido condenado injustamente por un delito que no cometió, dijo Jiménez.
La activista recalcó que Núñez Magdariaga le ha dicho a toda la familia que no dejará la huelga, y "que su decisión había que respetarla", porque con la condena impuesta "lo humillaron, lo aplastaron", y "prefiere morirse que estar preso durante un año injustamente".
Antes de la condena de un año de privación de libertad que comple actualmente por el supuesto delito de "amenaza", Núñez Magdariaga, activista de la Unión Patriótica de Cuba y la plataforma cívica Cuba Decide, cumplió 10 meses en prisión por negarse a pagar multas que consideró arbitrarias.
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)