El régimen de La Habana condenó en noviembre a 24 nuevos presos políticos, lo que eleva la cifra total a 1.034, según el último informe de Prisoners Defenders (PD). Entre ellos hay 34 niños, de los cuales 16 están sancionados por sedición, y 122 mujeres.
“Cada mes, Cuba sigue hostigando, amenazando, citando y deteniendo a miles de personas, y encarcelando y procesando penalmente a decenas de nuevos presos políticos. La represión no solo no cesa, sino que sigue manteniendo unos niveles inhumanos desde el 11J”, denunció Javier Larrondo, presidente de la organización.
Según el activista, los nuevos casos están relacionados, fundamentalmente, con las protestas que tienen lugar a lo largo y ancho del país, pero también con la persecución de actividades en redes sociales.
“Son ya 188 manifestantes procesados por sedición, sin vínculos entre ellos y con ninguna intención más que expresar su deseo de libertad. Mientras, el mundo mira hacia otro lado”, añadió Larrondo en declaraciones a Radio Televisión Martí.
Prisoners Defenders reconoce además a unos “11.000 civiles”, no pertenecientes a organizaciones opositoras, con penas medias de 2 años y 10 meses, que sufren condenas “pre-delictivas”. Acerca del tema, la organización advierte que dichas sanciones se mantienen “intactas” en el nuevo Código Penal, a pesar de que otros grupos consideran lo contrario.
“El artículo 434.1 indica que ‘la autoridad competente del Ministerio del Interior, puede advertir oficialmente a quien de forma reiterada realice acciones que la hagan proclive a delinquir o a quebrantar el orden social y constitucional’”, explicó el activista.
Tal situación, agrega, “se convierte inmediatamente en una condena penal, gracias a los nuevos artículos introducidos para ello, como el 189.3, que dispone hasta un año de prisión por no atender dichas advertencias”.
Prisoners Defenders detectó, además, que “no pocas de las bajas en la lista de prisioneros se deben a procesados que han escapado del país”.
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