El deceso de Eric Garner y Michael Brown ha remarcado la tensión de las relaciones entre la policía y los afroamericanos, que han hecho grandes manifestaciones de protesta por las decisiones de dos jurados de instrucción de no presentar cargos contra policías blancos por la muerte de estos dos hombres negros desarmados.
El lunes por la noche y al otro lado del país, estrellas de baloncesto en Nueva York incluyendo a LeBron James, de los Cleveland Cavaliers, se unieron a las protestas, usando camisas que tenían escrito "No puedo respirar", las últimas palabras de Eric Garner, el hombre negro que murió asfixiado por un policía.
Fuera del Barclays Center en Brooklyn, un grupo de cerca de 300 manifestantes bloquearon las calles y gritaron "No puedo respirar", en memoria de Garner, y "Manos arriba, no disparen", en referencia a Michael Brown, un adolescente negro desarmado, que murió baleado por un policía blanco en Ferguson, Misuri.
En el centro de Phoenix, unos 200 manifestantes marcharon hacia cuarteles policiales por la muerte de otro hombre negro desarmado por parte de un agente caucásico la semana pasada, en lo que las autoridades describieron como un forcejeo.
Los manifestantes exigieron que la policía divulgara el nombre del agente involucrado en el baleo fatal de Rumain Brisbon, de 34 años, un hombre que la policía sospechaba que vendía drogas.
Las protestas más grandes en California
Las autoridades arrestaron a 159 personas en Berkeley, California. La patrulla de caminos dijo que un gran grupo de manifestantes cortaron el tráfico en ambas direcciones de la Interestatal 80 en Berkeley, después de destruir la cerca perimetral el lunes por la noche. Añadió que arrojaron piedras y otros objetos a los agentes, que tardaron una hora y media en despejar la autopista.
La agente Jennifer Coats dijo que otras nueve personas, incluido un menor, fueron arrestados en las marchas que sumaron unas 1.500 personas.
Un gran grupo de personas comenzó a marchar de forma pacífica el lunes por el centro de la ciudad. La primera parada para los asistentes, que coreaban "¿A quién protegen? Protesta pacífica", fue la comisaría de policía. Una línea de agentes con equipo antimotines les impidió acercarse al edificio. La comitiva se dirigió, entonces, a la estación de tren Bay Area Rapid Transit y realizó una sentada en el exterior, llevando a las autoridades a cerrar brevemente la estación.
Pero a lo largo de la noche, la manifestación se dividió en grupos más pequeños que interrumpieron el tráfico y el transporte ferroviario.
La Patrulla de Autopistas de California dijo en un tuit que algunas personas habían roto cercas para acceder a la autopista.
Por su parte, los comerciantes en el centro de Berkeley limpiaron el lunes los cristales rotos y evaluaron el alcance de los saqueos de la noche anterior, después que una protesta se volviera violenta el domingo por la noche.
Aunque muchos activistas en otras partes del país se han vuelto a casa, las protestas en Berkeley y Oakland siguen activas, reflejando una larga historia de protestas en la zona que se remota a la década de 1960.
Las manifestaciones en Berkeley reunieron sólo a unos pocos cientos de personas, pero algunos no eran estudiantes universitarios ni vecinos, sino manifestantes a tiempo completo que protestan en causas diversas, desde la guerra o condiciones en las cárceles hasta la desigualdad económica, y que en ocasiones usan las marchas como pretexto para la violencia y el vandalismo, como ocurrió con el movimiento Occupy Wall Street.
El alcalde de Berkeley, Tom Bates, dijo que una diminuta fracción de los manifestantes estaba empañando el mensaje más general de pedir reformas en las prácticas policiales a nivel nacional.