El presidente ruso es uno de los mandatarios invitados el 6 de junio venidero a la conmemoración por el aniversario 70 del desembarco de los aliados en Normandía en 1944. En la histórica playa francesa estarán Barack Obama, el Príncipe Carlos de Inglaterra, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, el de Polonia Bronislaw Komorowski, el premier de Canadá Stephen Harper, y el anfitrión francés Fracois Hollande.
En un inicio la idea generalizada era que no debía asistir Putin debido a la invasión a Crimea; pero los franceses optaron por extender la invitación tras el tácito reconocimiento del Kremlin a las elecciones presidenciales ucranianas y por no haber invadido el este de Ucrania. Un premio por no morder a los vecinos.
En Paris decidieron extender la invitación al electo presidente de Ucrania, que todavía no ha jurado el cargo, pero su presencia implica un apoyo a las nuevas autoridades de Kiev.
Hollande se reunirá con Putin el día 5 en Paris, antes de la celebración histórica. Poroshenko dice estar dispuesto, en busca de la paz, a conversar con su homólogo ruso. La Casa Blanca dice que no hay prevista reunión entre Putin y Obama. El príncipe Charles, quien comparó a Putin con Hitler, no tendrá entrevista privada con el inquilino del Kremlin. En Moscú están irritados por la presunta comparación que hiciera el heredero británico en Canadá recientemente.
El G-7 se reúne en Bruselas el 4 de junio, y ya Rusia fue excluida del Club. Los ucranianos temen que los intereses económico, en específico de suministro de gas, prevalezca sobre las reivindicaciones de Crimea.
Putin llega a suelo francés con la presión de las sanciones económicas a Rusia, la condena por sus acciones bélicas en Crimea, y con un sequito donde faltan muchos de sus allegados que no pueden ya viajar a Occidente y las protestas que le prepara la comunidad ucraniana en Francia y las chicas de FEMEN con sus torsos desnudos.
En un inicio la idea generalizada era que no debía asistir Putin debido a la invasión a Crimea; pero los franceses optaron por extender la invitación tras el tácito reconocimiento del Kremlin a las elecciones presidenciales ucranianas y por no haber invadido el este de Ucrania. Un premio por no morder a los vecinos.
En Paris decidieron extender la invitación al electo presidente de Ucrania, que todavía no ha jurado el cargo, pero su presencia implica un apoyo a las nuevas autoridades de Kiev.
Hollande se reunirá con Putin el día 5 en Paris, antes de la celebración histórica. Poroshenko dice estar dispuesto, en busca de la paz, a conversar con su homólogo ruso. La Casa Blanca dice que no hay prevista reunión entre Putin y Obama. El príncipe Charles, quien comparó a Putin con Hitler, no tendrá entrevista privada con el inquilino del Kremlin. En Moscú están irritados por la presunta comparación que hiciera el heredero británico en Canadá recientemente.
El G-7 se reúne en Bruselas el 4 de junio, y ya Rusia fue excluida del Club. Los ucranianos temen que los intereses económico, en específico de suministro de gas, prevalezca sobre las reivindicaciones de Crimea.
Putin llega a suelo francés con la presión de las sanciones económicas a Rusia, la condena por sus acciones bélicas en Crimea, y con un sequito donde faltan muchos de sus allegados que no pueden ya viajar a Occidente y las protestas que le prepara la comunidad ucraniana en Francia y las chicas de FEMEN con sus torsos desnudos.