El gobierno de lo Estados Unidos – y en particular el Presidente Barack Obama – permiten que Cuba trate a los cubano-americanos como ciudadanos de segunda. No nos defiende para nada, y Cuba nos trata a las patadas.
Permítanme explicar mi punto de visa.
Cuba considera a los que como yo nacimos en Cuba como cubanos. No reconoce la doble ciudadanía y ni siquiera reconoce la ciudadanía de nuestros hijos. Esto es una salvajada.
A la vez que nos dicen que no reconocen nuestra ciudadanía americana nos exigen sacar el pasaporte cubano (a aquellos que llegaron después de 1970) y además no requieren que saquemos una visa.
Todo esto es una locura.
¿Cómo es posible que por un lado nos pidan que saquemos el pasaporte y por otro nos exigen que saquemos una visa? Si somos tan ciudadanos de Cuba entonces no necesitaríamos sacar una visa.
Honestamente no entiendo.
Estoy seguro que Cuba hace esto para recaudar unos dólares más. Desde que empezó a caer el precio del petróleo Cuba perdió el subsidio que con este producto le brindaba Venezuela y el que hasta que cayera la Unión Soviética recibía de Moscú.
Un amigo que quiere que yo vaya a Cuba fue el que me explicó que debido a que yo salí de Cuba antes de 1970 no tengo que sacar pasaporte cubano. Pero si me agrego, necesitas una visa de Cuba para entrar en la isla. Agregó que él quería que yo entendiera dos cosas:
- Si Cuba no quiere que vayaste niegan la visa
- Por otra parte el “Bill of Rights” que protege a los estadounidenses es una cosa que Cuba no entiende ni reconoce.
¿Cómo es que un ciudadano de un país necesita una visa para entrar en el mismo? No conozco ningún país que exija que sus ciudadanos que residen en el exterior requieran una visa para volver a entrar con su pasaporte del país donde nacieron.
Cuba tampoco reconoce la ciudadanía americana de los hijos de cubanos-americanos nacidos en Estados Unidos. Esto es una ley perversa e ilógica.
No le reclamo a Cuba. Le reclamo a Obama que ha olvidado los derechos de los cubano-americanos en su afán de extender las relaciones diplomáticas y normalizar el trato entre Cuba y Estados Unidos. Él quiere hacer con Cuba lo que Richard Nixon hizo con China. Pero hay muchas diferencias. China es enorme – más de mil millones de habitantes y tiene gran parte de la deuda internacional de Estados Unidos que asciende a 17 mil millones de dólares.
Cuba por su parte cuenta con 11 millones de habitantes y su población decrece por años debido a que el número de niños nacidos en la isla ha ido disminuyendo paulatinamente y los jóvenes buscan cualquier forma para irse del país.
Hace días hablaba con una camarera que recién lleva seis meses en el país. Le pregunté si había venido sola. Me respondió que había venido con su esposo pero que había dejado a toda su familia en Cuba. Ella y el esposo salieron de Cuba a Ecuador. Después de varias semanas pasaron a Panamá; de ahí a México y allí a la frontera de Estados Unidos como cubanos pidiendo que se les dejara entrar por medio de la Ley de Ajuste Cubano.
Entró y ya ella y su esposa trabajan. Pero esperan a cumplir el año para ir a Cuba a ver a sus familiares. Lo entiendo pero no me gusta. Ellos, por supuesto tienen el pasaporte cubano. Pero para poder regresar al país donde nacieron tienen que sacar visa para volver a la isla.
Todo esto es de locos.La culpa la tiene el gobierno de Estados Unidos. En su afán de mejorar las relaciones con Cuba le han dado todo lo que los hermanos Castro piden. Y de Cuba lo único que reciben son noticias que el número de disidentes arrestados, golpeados o por los menos detenidos se ha duplicado desde que Obama tan gentilmente le dio a Cuba todo lo que el gobierno comunista pide.
Recientemente llegó a Cuba el primer barco de excusiones de Carnival Cruise Lines. Para recibirlo en el malecón y cerca de la terminal donde había hecho puerto el barco, los cubanos llevaban pequeñas banderas americanas para darle la bienvenida a los visitantes.
Pero uno de los cubanos, siempre hay uno, decidió llevar una bandera americana tamaño grande. Se la puso en los hombros y comenzó a alzarla para que los turistas lo vieron. Pero a los gendarmes del gobierno cubano no le hizo gracia lo que hizo este buen señor y se lo llevaron a la cárcel.
Repito que Cuba está en las mejores intenciones de recibir turistas y visitas familiares de cubanos-americanos. A la mayor parte de ellos no les hace nada. Sólo quieren exprimirle los dólares que llevan. Pero Estados Unidos no puede seguir permitiendo estos abusos con los cubanos-americanos. Nos hace aparecer ante Cuba y el mundo como ciudadanos de segunda. Están violando nuestros derechos civiles.
Guillermo I. Martínez reside en el sur de la Florida. Su dirección electrónica es Guimar123@gmail.com