Eduardo es el nombre real de Yusnaby Pérez, el joven que desde lo más profundo de la capital cubana se ha convertido en un fenómeno de las redes sociales. Durante un encuentro en la mañana del lunes, que no fue en realidad de periodista a activista sino de cubana a cubano, Yusnaby me relató cómo durante dos años de emitir a través de las redes sociales fuertes y directas críticas sobre la situación sociopolítica y económica de Cuba, logró burlar la férrea vigilancia de la seguridad del Estado cubano. "La seguridad del Estado no supo quién yo era hasta que yo quise", afirmó.
Fueron dos años en los que este joven - cuyo rostro y nombre real permanecieron en el anonimato - logró reconocimiento a nivel mundial y llegó a tener sólo en Twitter más de 219,400 seguidores y a convertirse en uno de los pocos blogueros en Cuba certificado por esa red social.
Finalmente, Yusnaby salió a la luz pública. Primero fue su rostro mediante esporádicas fotografías en las redes sociales. Después concedió una entrevista al medio Argentino Infobae, todavía con su seudónimo. Ahora, al fin, ha decidido también dar a conocer su nombre real.
El misterio detrás de este cubano hizo que algunos dudaran de él, de su legitimidad o incluso hasta de su existencia, y que unos se preguntasen si era un producto fabricado por la CIA en E.E.U.U., o por el G2 cubano.
Pero lo cierto es que desde los comienzos de su trabajo en las redes, Yusnaby ha logrado llegar a miles de ciudadanos alrededor del mundo, mediante su magnífico poder de síntesis y la información concisa, crítica y sagaz con que describe la realidad cubana, acompañada muchas veces de fotografías, que él mismo toma en La Habana, y que hablan más que mil palabras.
"Si desde el principio salía con mi cara y nombre reales, sin que nadie me conociera, el gobierno cubano acababa conmigo desde el primer día"
"Si desde el principio salía con mi cara y nombre reales, sin que nadie me conociera, el gobierno cubano acababa conmigo desde el primer día", explicó Yusnaby, que asegura ha dado a conocer su identidad en el momento en que lo ha deseado, y cuando sabe que ya es reconocido por su labor, lo que puede representar, de alguna manera, cierta protección y amparo a su seguridad dentro de Cuba. No obstante, sabe que debe cuidarse ahora más que nunca. Pero está determinado a seguir haciendo lo que hace en la isla.
Con apenas 26 años de edad, Yusnaby tiene claro lo que quiere para Cuba. Sabe que es necesario un cambio después de más de 50 años de un status quo político en el país. Me contó que esta visión se la debe en gran parte a sus padres, que cuando era pequeño, le llevaban a su casa a un tutor de historia para que le enseñara la "historia de Cuba real", más allá de la que el oficialismo impone en las escuelas del país.
Asimismo hablamos de la forma de "periodismo independiente" que él realiza en Cuba. Cuenta que el pasado 1ro de mayo fue a la Plaza de la Revolución, a presenciar desde una perspectiva distinta a la que difunde el monopolio de la información en Cuba, la tradicional marcha del pueblo. Una marcha a la que todo el que ha vivido en Cuba sabe que muchos - por no decir la mayoría - van obligados, porque no les queda más remedio. Pero este año, señaló, pudo palpar de cerca el descontento.
Descontento e inconformidad del grupo de estudiantes de la CUJAE, por ejemplo, cuyos pocos deseos de estar ahí se reflejaban en sus rostros y lenguaje corporal. Una generación escéptica, pero cuya apatía política precisamente, afirmó Yusnaby, le ha hecho perder en gran medida el respeto a los llamados "líderes de la revolución", y criticar con mayor desenfado y más abiertamente lo que es obvio: el cansancio de un mismo gobierno en el poder durante más de cinco décadas. Como capturan estas imágenes que captó en La Habana y fueron reproducidas por el portal Cubanet.
El se considera un comunicador, pero independiente del gobierno. La diversidad de opinión y de prensa en Cuba es también una necesidad urgente, afirmó. A propósito, me contó que el noticiero de TV Martí, Antena Live, es muy visto en La Habana. Y aprovechamos el momento informal y las nuevas tecnologías para que Yusnaby, o Eduardo, enviase un mensaje al pueblo de Cuba a través de los Martí.
Yusnaby regresa a Cuba este jueves. A una Cuba en la que me aseguró, tiene que despertar cada día con optimismo y la esperanza real de un cambio, porque si no, "no hay quien pueda con aquello". Planea regresar pronto a Estados Unidos, a donde viajó esta semana y ultimó detalles de un proyecto que pronto lanzará, y donde pudo darle un abrazo por primera vez a muchos cubanos que ya lo conocían muy bien, pero a la distancia.
Así también nos ocurrió al vernos por primera vez en persona: fue una conversación de dos cubanos que fue tan familiar y fluyó como si nos hubiésemos conocido de toda una vida.
