La escritora cubana Wendy Guerra declaró que "la humanidad ha ido en retroceso con el tema de la raza", con motivo de su participación en la Feria Internacional del Libro (FIL), donde presenta su última novela, "Negra", una exploración crítica sobre el racismo en Cuba.
"Creo que hay que plantearse el problema de los negros, de verdad, en Cuba, y planteárselo de una manera de decir 'es real, necesitamos que tenga un lugar, pero masivo, en la sociedad'", explicó la autora en una entrevista con Efe.
Su novela, "Negra" (2013), centrada en las vivencias de la heroína cubana Nirvana del Risco, es un intento en clave afrocubana de afrontar qué sucede con la población negra en la isla, así como de abrir un debate como el que ya han protagonizado otras minorías.
En Cuba, "para mal o para bien", la gente llama a las cosas por su nombre, pero en el mundo entero, ante los temas de raza, sigue primando lo políticamente correcto.
La escritora lamenta que en Cuba sus libros estén prohibidos y que se mantenga el "no informar, no decir las cosas más delicadas" a los cubanos.
Además, la novela tiene el atractivo de que repasa la Regla de Ocha, los sistemas religiosos asociados con la santería cubana, con los babalaos (un tipo de santero) e incluye "por primera vez las recetas de brujería para matar, abortar, enamorar, para ligar".
Guerra, que cuenta con la nacionalidad francesa, admitió que en ese país también hay "un problema de comprensión" de las minorías raciales.
"La sociedad se ha detenido y no hace introspección", aseveró la escritora, quien consideró necesario "inyectar un poco de introspección en el mundo francés y de meditación de los valores iniciales de la Revolución francesa y luego de Mayo del 68".
En este sentido, el libro se refiere, en cierto modo, a "la tradición esta de que por muchos años los africanos y los mestizos no pudieron escribir las historias, la tuvo que escribir el blanco, desgraciadamente".
Guerra dijo además que trabajar en el relato le ayudó "a viajar por mundos muy endémicos" en los que sintió "mucha curiosidad y mucha nostalgia de cosas" que no había vivido siendo cubana, ni criolla.
"Creo que hay que plantearse el problema de los negros, de verdad, en Cuba, y planteárselo de una manera de decir 'es real, necesitamos que tenga un lugar, pero masivo, en la sociedad'", explicó la autora en una entrevista con Efe.
Su novela, "Negra" (2013), centrada en las vivencias de la heroína cubana Nirvana del Risco, es un intento en clave afrocubana de afrontar qué sucede con la población negra en la isla, así como de abrir un debate como el que ya han protagonizado otras minorías.
En Cuba, "para mal o para bien", la gente llama a las cosas por su nombre, pero en el mundo entero, ante los temas de raza, sigue primando lo políticamente correcto.
La escritora lamenta que en Cuba sus libros estén prohibidos y que se mantenga el "no informar, no decir las cosas más delicadas" a los cubanos.
Además, la novela tiene el atractivo de que repasa la Regla de Ocha, los sistemas religiosos asociados con la santería cubana, con los babalaos (un tipo de santero) e incluye "por primera vez las recetas de brujería para matar, abortar, enamorar, para ligar".
Guerra, que cuenta con la nacionalidad francesa, admitió que en ese país también hay "un problema de comprensión" de las minorías raciales.
"La sociedad se ha detenido y no hace introspección", aseveró la escritora, quien consideró necesario "inyectar un poco de introspección en el mundo francés y de meditación de los valores iniciales de la Revolución francesa y luego de Mayo del 68".
En este sentido, el libro se refiere, en cierto modo, a "la tradición esta de que por muchos años los africanos y los mestizos no pudieron escribir las historias, la tuvo que escribir el blanco, desgraciadamente".
Guerra dijo además que trabajar en el relato le ayudó "a viajar por mundos muy endémicos" en los que sintió "mucha curiosidad y mucha nostalgia de cosas" que no había vivido siendo cubana, ni criolla.