El Tribunal Provincial de Mayabeque, ubicado en San José de las Lajas, confirmó las sentencias a Angélica y María Cristina Garrido, en una audiencia de apelación que se celebró el lunes.
“Igual que en la vez anterior había un fuerte despliegue de Seguridad en los alrededores del tribunal: boinas negras, patrullas policiales, agentes de la policía política”, describió Luis Rodríguez Pérez, esposo de Angélica.
Las hermanas fueron condenadas a 3 y 7 años de cárcel, respectivamente, por su participación en las protestas pacíficas del 11 de julio en Quivicán, Mayabeque.
La abogada Odalis Zarza, como en el primer juicio, argumentó que sus defendidas no cometieron delito y mostró su inconformidad con el procedimiento usado por la policía para detenerlas. Basó, fundamentalmente, su defensa en errores técnicos cometidos en el proceso judicial, pero, aunque fue muy elocuente, no logró bajar las sanciones que, de hecho, estaban preestablecidas”, dijo el esposo de Angélica.
También fueron ratificadas las sentencias de Alexis Pedro Acosta Hernández, Osmany Hernández Rodríguez, Giorbis Pardo del Toro, Yanet Sánchez Cocho y Patricia Lázara Acosta Sánchez.
“Concurren cinco muchachos más que el día 11 por la noche, tuvieron un altercado con otras personas que se encontraban en la Plaza principal de Quivicán, custodiando el lugar donde habían ocurrido, en la mañana, las manifestaciones. Los muchachos habían ingerido alcohol y los involucraron en la misma causa de Las Garrido, quizás para mezclar a las opositoras con individuos que habían cometido delitos comunes”, señaló Rodríguez Pérez.
“La Fiscalía hizo mucho hincapié en que ellas se unieron para desestabilizar a la población, pero la defensa destruyó ese argumento, aunque, al final, las sentencias ya habían sido dictadas”, explicó Rodríguez.
De acuerdo a las Conclusiones fiscales, el 12 de julio en la mañana la policía procedió a detener a las acusadas María Cristina Garrido y Angélica Garrido. “La encausada Angélica comenzó a forcejear con el oficial Roelis Matos que requirió de la ayuda de otro agente, Juan Lázaro Fernándo Rodríguez, para introducirla en la patrulla. Ya en el vehículo continuó propinándole patadas al oficial Roelis, secundada por su hermana, que a su vez golpeaba al oficial Juan”.
Todos fueron considerados convictos de los delitos de desacato, atentado, desórdenes públicos y resistencia.
Durante los “descargos” en su primer juicio María Cristina Garrido denunció las injusticias y torturas que ha sufrido en todo el proceso y las afectaciones a su salud que le han devenido a causa de las agresiones físicas que sufre en la cárcel.
“Confirmó frente a los fiscales y frente a los jueces su posición política, su forma de pensar. En ese momento, el juez la mandó a callar”, relató su esposo Michael Valladares.
María Cristina y Angélica Garrido forman parte del grupo de más de 70 cubanas encarceladas por motivos políticos, de acuerdo al registro de Justicia 11J, que ha recopilado información sobre los detenidos en las protestas pacíficas del verano de 2021.