Varios representantes en el Capitolio de Washington rechazaron firmemente los cambios anunciados este martes por la Casa Blanca en cuanto a la política hacia Cuba.
"Cómplices", escribió en su cuenta de X el congresista republicano Carlos Giménez, mientras acusaba al gobierno del presidente Joe Biden de perpetuar "la dictadura castrista en el poder y de abandonar a los cubanos que luchamos por la libertad".
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro anunció una serie de cambios en su política hacia Cuba, como permitir que las pequeñas y medianas empresas cubanas accedan al sistema bancario estadounidense.
“Biden dará más oxígeno a la dictadura cubana, abriendo el sistema bancario de Estados Unidos al 'sector privado', una tapadera del régimen para obtener divisas”, escribió en X la legisladora María Elvira Salazar. “¿Cómo se asegurará que el dinero no será para el aparato represivo? Esta Administración es cómplice de La Habana, una vez más”, sentenció la congresista.
"En lugar de ayudar a financiar la dictadura represiva y antiamericana y sus aliados, la administración Biden debería fortalecer las sanciones y solidarizarse firmemente con el pueblo cubano en su lucha por ser libre", declaró Mario Díaz-Balart, legislador republicano de la Florida.
"La administración Biden, en su afán de ayudar a los adversarios de EEUU, toma medidas extremas, incluso eludiendo al Congreso de EEUU. Esta vez...quiere otorgar acceso a instituciones financieras americanas a un Estado Patrocinador del Terrorismo", argumentó.
También advirtió que esta medida plantea serios riesgos para la seguridad nacional, "ya que enriquece aún más al régimen en el poder".
Consultado sobre el tema, Sebastián Arcos, subdirector del Instituto Cubano de Investigaciones de la Universidad Internacional de Florida, dijo a Martí Noticias que es tendencia de la administración Biden "hacer concesiones unilaterales" al régimen de La Habana, una característica "que comparte" con el gobierno del presidente Bill Clinton y que el catedrático describe como falacias.
“La primera falacia es pensar que, si somos generosos y amables con un régimen de esta naturaleza, este cambiará su naturaleza hostil hacia Estados Unidos. La segunda falacia es pensar que un sector privado, creado y controlado por el régimen, puede convertirse en un factor de cambio. Eso es falso”, apuntó Arcos.
Según el Tesoro, estas enmiendas aumentan el apoyo a la libertad en Internet para el pueblo cubano y los empresarios independientes al ampliar las autorizaciones para servicios en línea y una variedad de transacciones financieras.
Por su parte, la periodista Ninoska Pérez opinó que lo anunciado revela una vez más que el gobierno estadounidense levanta sanciones a un aliado de Rusia, Irán y a lo que llamó organización terrorista Hamas.
“Permitir que los empresarios cubanos vengan a abrir cuentas bancarias no beneficia al pueblo hambriento de Cuba, sino a los dirigentes y a la nueva clase que se enriquece a costa de los dólares que mandan los familiares desde Estados Unidos. Es una vergüenza y tendrá repercusiones por parte de la comunidad cubana en estas elecciones”, aseguró la también activista de la organización anticastrista Consejo por la Libertad de Cuba.
Cuba es el único país de la lista de naciones que patrocinan el terrorismo internacional, según Washington, junto con Irán, Siria y Corea del Norte, que goza de beneficios como los anunciados este martes.
Las enmiendas modifican el término de cuentapropistas a empresarios del sector privado cubano. Los cambios aparecerán en el Registro Federal este miércoles, 29 de mayo.
“Si observamos la historia de países totalitarios en Europa Central y del Este, donde había sectores privados incluso más grandes que en Cuba, sabemos que ninguno de esos sectores jugó un papel en el cambio de régimen en aquel momento”, comentó el profesor Arcos.
El académico recordó un comentario del gobernante Miguel Díaz-Canel en una reciente entrevista con el periodista español Ignacio Ramonet, cuando dijo que las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) es un sector que no va a ser enemigo de la Revolución porque se ha creado en las condiciones de la Revolución.
"Entonces, ¿de qué estamos hablando?", se preguntó el profesor Arcos.
Foro