Rentar el yate de Fidel Castro será el nuevo telón publicitario que próximamente saldrá al ruedo para convertir el “Acuarama II”, así se llama, en una apetitosa carnada. Y captar la atención, o alimentar el morbo del turismo de alta gama que visite la mayor de las Antillas.
Desde hace algún tiempo, la empresa rentadora de autos GRANCAR alquila par de réplicas de su legendaria limusina rusa, fotos inéditas del ex comandante en jefe se venden en varias subastas como piezas de colección y, ahora, sobrepasando lo imaginado, y superando a toda una flota de embarcaciones diseñadas para vivir en libertad, surge la nueva bambolla naviera que ofertará el grupo turístico Gaviota: un sofisticado paseo en el barco del modesto, humilde y sencillo líder Fidel.
Con tal propósito y para satisfacer el más exigente de los gustos, al decir del general Raúl Castro, “sin prisa pero sin pausa”, con poliuretano de elevada consistencia para la protección y el embellecimiento, en su habitual atracadero, la dársena de Caleta del Rosario, fue saneado y reparado el casco (código P-6 según nomenclatura de la OTAN) y los 4 motores diesel, modelo M-50 F-2, de 1200 caballos de fuerza. El resto de la reconstrucción se realizó, con rigor y conciencia comercial, desde el 9 de julio de 2014 hasta el primero de abril de 2016.
Expertos ebanistas, especialistas en mobiliario de barcos, trabajaron sin receso, mientras la nave estuvo varada en un muelle de la unidad de guardafrontera de la bahía Barlovento al oeste de La Habana. Allí, respetando la originalidad en su más mínimo detalle, cambiaron la carpintería y le aplicaron un súper barniz marino de alta resistencia a las nuevas puertas y todo el roble interior; cambiaron tornillería y el revestimiento de la tapicería. Le instalaron además dos nuevas cámaras de refrigeración y re-equiparon la sala de radio, ubicación y control con lo último en tecnología de avanzada.
Fidel Castro sigue siendo la marca comercial más rentable que tiene la revolución cubana.
Barco nuevo, vida nueva. Con 89,63 pies (27,3 metros) de eslora, 4 baños, camarotes de lujo, aire acondicionado, televisores, bar y navegador satelital, el arriendo se estima en $780 dólares la hora. No obstante, está previsto un ínfimo descuento solo para clientes especiales. Estamos hablando de hasta $5.000 dólares por las primeras 8 horas. Quien lo alquile podrá disfrutar de una escapada romántica, una reunión familiar, una fiesta con amigos, una pesquería de sueño, una reunión de trabajo o la celebración de una boda en un presuntuoso ambiente que por años fue reservado exclusivamente para el ex líder comunista y sus invitados “high class”, que es igual a alta categoría.
Como ya pocas cosas me pasman, quién sabe si en los próximos días nos sorprenda la noticia que, como nueva fuente de ingreso, los turistas extranjeros puedan visitar Punto Cero y llevarse como souvenir una foto con el Comandante. Lo cierto es que, por ahora, mientras muchas personas continúan atrapadas en un absurdo, aberrante y casi infinito ciclo de ira, venganza, violencia y falso patriotismo, Fidel Castro sigue siendo la marca comercial más rentable que tiene la Revolución Cubana.