Los presos Andrés Frómeta Cuenca y José Antonio López Piña liberados este sábado forman parte de los 3.522 cubanos que el Gobierno comunista anunció que serían favorecidos con el indulto con motivo de la visita del Papa a la isla.
Frómeta Cuenca vive en Guantánamo y, según dijo a Martí Noticias, fue encarcelado tras un intento de salida ilegal del país en 1992 cuando tenía 16 años de edad.
Durante su estancia en prisión se dedicó a denunciar los tratos crueles y degradantes contra los encarcelados y, por esa razón, fue víctima de castigos y golpizas.
A pesar del deterioro de salud que ha sufrido en los 23 años que pasó en prisiones de todo el país, Frómeta advirtió que piensa continuar luchando por la democracia y en la denuncia de la difícil situación por la que están pasando los presos políticos que dejó en la prisión provincial de Guantánamo.
Agradeció a la Iglesia Católica, a la Diócesis Guantánamo-Baracoa, a las organizaciones de Derechos Humanos de la isla y a los exiliados que le han apoyado durante su largo cautiverio.
José Antonio López Piña, residente en Santiago de Cuba ofreció su testimonio a reporteros ciudadanos de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) de su estancia en la cárcel de Aguadores de esa provincia.
López fue condenado a 5 años de privación de libertad por el delito de "apropiación indebida" en la entidad estatal donde trabajaba y cumplió "aproximadamente unos nueve meses", según dijo.