El representante del régimen cubano, Jairo Rodríguez Hernández, boicoteó repetidas veces la mañana del viernes la intervención del científico Ariel Ruiz Urquiola en la 44 sesión ordinaria del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra.
Para lograrlo, contó con la ayuda de los representantes de los gobiernos de Venezuela, China, Corea del Norte y Eritrea, quienes bajo el mismo pretexto de que era necesario respetar la agenda de la sesión le pidieron también al moderador silenciar a Ruiz Urquiola.
“En este momento estamos escuchando a un supuesto representante de la Organización No Gubernamental Ingenieros del Mundo…”, dijo el delegado de La Habana refiriéndose al grupo que le cedió su tiempo a Ruiz Urquiola en la sesión.
Resuelto el tema de la acreditación, y una vez que el moderador remitió a otra instancia las preocupaciones de La Habana sobre los derechos de la ONG, el biólogo tomó la palabra.
“Cuando son enviados por el gobierno a trabajar en el extranjero en condiciones desventajosas, violando el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el impacto de esta explotación sobre el sistema de salud pública de Cuba…”, alcanzó a decir Ruiz Urquiola, y el moderador le interrumpió de nuevo para darle la palabra a Rodríguez Hernández.
A su malestar por "una cuestión de orden”, fundado en que “la persona que está haciendo uso de la palabra se ha referido a cuestiones ajenas al tema de la agenda”, siguió el apoyo del representante de Venezuela, quien le pidió al orador “un lenguaje adecuado” y “rectificar su conducta” o, de lo contrario, solicitó, se le debe retirar la palabra.
Luego fueron sucesivamente los representantes de China, Eritrea y Corea del Norte quienes pidieron “respetar la agenda” en apoyo a la solicitud del representante de La Habana.
Solo la diplomática de Australia pidió que dejaran hablar a Ruiz Urquiola. Lo hizo dos veces, y la segunda recomendó aceptar en el foro las voces de la sociedad civil. Fue entonces cuando intervino el delegado de Eritrea con lo que según él era otra cuestión de orden: “La participación de la sociedad civil es importante, pero siempre en línea con la agenda”.
El moderador volvió a darle la palabra a Ruiz Urquiola con la solicitud de ceñirse al tema de la agenda.
“Los dineros recaudados no benefician la salud ni los tratamientos oncológicos de primera línea, así como las pruebas diagnósticas de alta resolución, como ha ocurrido con la paciente 322597, mi hermana, a la que han dejado de asistir con la inmunoterapia, ya sea por falta…”, se le oyó decir al científico antes de que el representante de La Habana lo interrumpiera nuevamente.
Cuando pudo hablar otra vez, el biólogo retomó el hilo de su intervención.
“…ya sea por falta de medicamentos como por el uso de placebo en lugar del principio activo como método de tortura para doblegarla, hasta la expulsión como profesora de la Universidad de La Habana…”, declaró Ruiz Urquiola en referencia a su hermana Omara antes de que el delegado de La Habana volviera a interrumpirlo.
“Podemos estar aquí todo el día, en esta situación tan desagradable”, comentó entonces Rodríguez Hernández. “Parece que es irrespetuoso con la relatora que se encuentra atendiendo este debate de manera remota”, dijo Rodríguez Hernández, y la diplomática australiana pidió la palabra para recordar que el orador no había concluido.
Entrecortado el audio del streaming vía internet, Ruiz Urquiola habló de la “represión al ciudadano de a pie, también bajo régimen de una moderna esclavización, y resumir en la inoculación del VIH al que disiente de la cuartilla en el aula universitaria…”
Sin responder una acusación tan grave, el delegado cubano se mostró entonces muy ofendido por “el irrespeto a este Consejo”.
En sus últimos cinco segundos, Ruiz Urquiola alcanzó a referirse brevemente a si mismo: “...como en el caso del paciente 2321, mi persona, en el hospital provincial de Pinar del Río…”, y el moderador dio por terminado su turno.
Ya en las afueras de la sede de Naciones Unidas en Ginebra, el biólogo leyó íntegramente ante un grupo de personas el texto que había preparado. La reacción del delegado de Cuba, dice en un video compartido por Leo Juvier-Hendrickx, “mostró simplemente el gran temor que le tienen a la verdad de los cubanos”.
La presentación de Ruiz Urquiola estaba prevista inicialmente para la mañana del jueves, pero fue pospuesta porque muchos de los participantes intervienen en la conferencia vía internet para cumplir los prevención del COVID-19, y el programa se retrasó.
Según le contó a la periodista de Radio Televisión Martí Yolanda Huerga, cuando entró a prisión en Pinar del Río en 2018 le hicieron la prueba del VIH en virtud del reglamento y dio negativo. Luego, de acuerdo con su denuncia, agentes del régimen le inocularon el virus del sida en la sala de reclusos del hospital Abel Santamaría, de Pinar del Río, adonde fue llevado por plantarse en huelga de hambre.
“La infestación ocurrió del día 9 al día 10 de mi huelga de hambre, cuando se me impone por el jefe del servicio de medicina interna del Hospital Abel Santamaría una inyección de glucosa concentrada”, dijo el científico.
“Pudo haber sido en ese momento, y pudo haber sido en el momento en que pasara a la sala de cuidados de recuperación, evidentemente para extranjeros; ahí un médico ordenó cambiarme los sueros fisiológicos que yo tenía puestos a un suero Ringer”, agregó.