La Revolución de Terciopelo que comenzó en Praga cumple 25 años el lunes 17 de noviembre. Fue el inicio del fin del comunismo en Checoslovaquia.
Ahora el problema es tratar de explicárselo a los niños que sólo han conocido la democracia. Y ese fue el reto que enfrentaron dos veteranos del levantamiento en momentos que la masiva protesta estudiantil se ha ido perdiendo en el tiempo. Los veteranos querían capturar el entusiasmo de las manifestaciones, la brutalidad de las golpizas de la policía y la bestial represión de una nación que Vaclav Havel –posteriormente Presidente– llamó "Absurdistán".
El diseñador de marionetas Miroslav Trejtnar y la cineasta Tatana Markova se aliaron para presentar la Revolución de Terciopelo en una película de 30 minutos que cuenta la historia de más de una docena de niños de la revolución –que ahora son padres– a través de la magia de la animación.
"Los padres cuentan a sus hijos que cuando se unieron a las manifestaciones lo que querían era un cambio", dijo Trejtnar. "La película trata de un suceso histórico que ellos no vivieron".
"Usamos animación para presentarlo de una forma que les resultara familiar", dijo Markova, "de manera que la historia cobre vida para ellos".
En la película, los padres escogen un juguete –una pequeña figura de una persona o un animal– y cuentan sus propias historias moviendo la figura sobre un mapa grande Praga. Entonces las figuras cobran vida para representar el drama de los hechos que llevaron a la derrota del comunismo en Checoslovaquia.
El 17 de noviembre de 1989, encendidos discursos en un campus universitario inspiraron a miles de estudiantes a marchar hacia la Plaza Wenceslao. A medida que caía la noche, la policía lanzó una fuerte ofensiva contra los manifestantes, golpeándolos con porras y lesionados a cientos. Pero los estudiantes se declararon en huelga y las multitudes crecieron hasta que las autoridades perdieron el control. El 29 de diciembre, Havel se convirtió en el primer Presidente democráticamente del país en medio siglo.
"Es difícil explicarles lo que sucedió, la atmósfera del momento, lo que podíamos hacer y lo que estaba prohibido, lo que nos podía meter en problemas y lo complicado que era todo", dijo Daniela Kramerova, quien participa en la película con su hija Mariana.
La película tomó unos cuatro años en producirse y sus creadores recaudaron fondos con una campaña pública. Trejtnar dijo que espera que la cinta inspire a los niños a interesarse más por la historia. "Si no les gusta algo, deben tratar de cambiar la situación", dijo.
Una niña de 12 años que conoció la historia de sus padres por la película organizó una protesta contra las vallas publicitarias en su vecindario. "No la alentamos a que lo hiciera", dijo Trejtnar. "Es una niña lista".
La película, ¿Qué decir a los niños?, se estrena el lunes. Se proyectará al aire libre en la misma calle de Praga donde la policía atacó a los estudiantes hace 25 años.