La entronización en el régimen cubano de Miguel Díaz–Canel como Presidente de la República de Cuba, alterando la constitución que los mismos creadores del sistema copiaron de la URSS en 1976, fue una de las estrategias del sistema autoritario cubano para intentar sostener una “continuidad” política.
Toda la propaganda del régimen, impresa, visual y digital se lanzó con el lema: Somos continuidad. Era la expresión de vínculo con los postulados del fallecido dictador, una plegaria juramental de iniciación para no alterar el orden existente.
Formado en los predios del marxismo-leninismo como un “cuadro político”, fue escalando posiciones desde la Universidad. Pasaba de dirigir la organización de juventud comunista (UJC) a nivel provincial a ser el segundo de esa agrupación política a nivel nacional, jefe del partido comunista en varias provincias, segundo de Raúl Castro, en su condición de primer vicepresidente de los Consejos de Estado y Ministros, y por último presidente. Su prueba de fuego ante una multitud enardecida la tuvo Díaz-Canel en el poblado capitalino de Guanabacoa tras el paso de un tornado que arrasó la localidad en febrero del 2019.
Las redes sociales se encargaron de mostrarlo entonces saliendo apresuradamente de una calle devastada, escondido tras los cristales polarizados del Mercedes Benz y abucheado por los vecinos. La escolta corría hacia los autos mientras los pobladores mostraban su rechazo con gritos de “Pa’ca, …descaraos que son… descaraos, propaganda nada…to’ el mundo chillando gomas”.
“Díaz-Canel, gris y falto de carisma como es, al proclamarse como la continuidad, se ha ganado la animadversión de la población”, asevera el escritor cubano Luis Cino, quien considera que la imagen del ahora presidente es la cara del desastre.
“Él ha puesto el rostro a todas las políticas impopulares de los últimos tiempos y la gente lo culpa de sus privaciones. Y todo ha sido peor aún desde que ordenase la represión de las protestas de los días 11 y12 de julio. Por eso lo llaman sin**o”, resalta el periodista cubano.
Él ha puesto el rostro a todas las políticas impopulares de los últimos tiempos y la gente lo culpa de sus privaciones...
La investigadora Ileana Fuentes compara los términos en que los cubanos se refieren al sucesor de Raúl Castro y los que emplean para hablar de Fidel Castro: “Hay quienes opinan que estos términos son un vocabulario grosero. Lo que son es un vocabulario descarnado, que refleja una realidad obscena, porque lo que es grosero es el atropello indolente, descarado y soberbio del régimen contra el pueblo. Si a Fidel se le decía “Comandante”, a Díaz Canel se le dice sin**o”.
Los cubanos tenían esperanzas de cambios económicos y sociales tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, anunciado en diciembre del 2014. Esas ilusiones de prosperidad aumentaron con el viaje de Barack Obama a la isla en marzo del 2016, pero nunca se materializaron, comentó en aquel momento a Radio y Televisión Martí, desde Cuba, Hidelbrando Chaviano, director del Centro de Políticas Públicas Libertad y Desarrollo.
“Muchos cubanos pensaron erróneamente que todo iba a mejorar tras la reanudación de las relaciones con Estados Unidos”, recordó el activista, quien señaló que una de las “reflexiones” de Fidel Castro, titulada El hermano Obama, puso freno a cualquier plan de cambio dentro del mismo sistema político.
Tras la muerte de Fidel Castro en el 2016, las expectativas de cambios aumentaron. Ese hecho, como dijo entonces a Radio y Televisión Martí el escritor tunero Alberto Méndez Castelló marca un antes y un después para la historia de Cuba.
"Sencillamente tenemos más de medio siglo de inmovilismo y ahora lo que queda es un camino digamos para hacer lo que se detuvo en la llamada Revolución”.
Tanto en Cuba como en Miami las opiniones coinciden en que el “Díaz-Canel sin**o” es una protesta genuina, un grito de desesperación por vidas frustradas, realidades exhaustas y necesidades sin futuro.
La expresión cubana tiene tres dimensiones, según Ileana Fuentes, donde hay una referencia inicial personal, otra social y una última, política.
por dictador, tirano e ineficaz, y porque ocupa el cargo ilegítimamente ...
Para la escritora cubana exiliada en Miami, la personal se muestra “en el rechazo a su asquerosa presencia y obvia buena-vida de privilegiado, y por ser títere de Raúl Castro”; la social “en que empodera al pueblo desposeído y muerto de hambre a condenar en masa su desastrosa gestión en lo social y económico: cero comida, cero medicinas, cero vivienda, cero salud pública, cero derechos” y la más clamorosa, la política al mostrar “una oposición masiva a que siga ocupando el cargo político de jefe-de-estado, por dictador, tirano e ineficaz, y porque ocupa el cargo ilegítimamente, no por elecciones democráticas, sino por designación “de dedo””.
Esas expresiones de protestas con un marcado sentido popular, no cesan alrededor del mundo. Sea lo mismo contra Díaz-Canel en Madrid, Belgrado, Motevideo, Tampa, New Jersey, Miami, Berlín, Bogotá, Ginebra, Santiago de Chile, Kyiv o Buenos Aires. Contra Putin se escucha el canto no solo en los estadios deportivos donde asiste el equipo ucraniano de balompié. En Ereván, la capital de Armenia, la oposición al gobierno de Nikol Pashinyan, al que acusan de pro-ruso, iban por las calles de la ciudad la noche del viernes 15 de octubre entonando el canto de los ucranianos.
Un video en Facebook muestra a los manifestantes armenios gritando la rima popular ucraniana y enarbolando banderas nacionales así como pancartas del llamando Polo Democrático Popular (NDP) que une al Partido Nacional Progresista y la agrupación política Sasna Tser, esta última creada durante las revueltas de la primavera del 2018 y con marcada agenda anti-Kremlin. La relación de las actuales autoridades de Armenia con el Krenlin entra en el campo de la crítica de la oposición en esa nación del Cáucaso.
El periodista ucraniano Rostislav Khotin, editor principal del servicio ucraniano de Radio Europa Libre/Radio Libertad, dijo a Radio y Televisión Martí que “como muchos ucranianos creen, el canto refleja la catarsis sociopolítica, y sigue siendo ampliamente utilizado en la Ucrania actual”. Puso como ejemplos, además de los fanáticos del Metalist, que iniciaron el canto, el que todavía es coreado “durante las marchas en apoyo de la integridad territorial de Ucrania, por ejemplo, por antiguos voluntarios y soldados que lucharon contra las fuerzas separatistas rusas y apoyadas por Rusia en el este de Ucrania”.
muchos ucranianos creen que es el propio presidente ruso Putin el responsable ...
En opinión de Khotin, quien fuera corresponsal de Reuters en Kyiv y después laboró en Londres con la cadena noticiosa BBC, en ese canto se “simboliza la resistencia contra la agresión rusa. Porque muchos ucranianos creen que es el propio presidente ruso Putin el responsable del inicio de la agresión del Kremlin contra Ucrania y que no respeta la soberanía de Ucrania y el derecho de los ucranianos a la independencia. De ahí este odio hacia Putin personalmente por parte de muchos ucranianos”.
No faltan versos y cantos contra el gobernante ruso en Ucrania. En el concurso Eurovisión del 2016, la cantante de Ucrania Jamala (Susana Alimivna Jamaladinova) llevó la balada “1944”, donde se describen los abusos de Stalin contra los tártaros de Crimea. Ella fue ganadora del certámen ese año, es de origen tártaro, nacida en el destierro en Kirguistán a donde fueron deportados sus familiares. Ese afamado concurso de canto en el Viejo Continente ha sido escenario de los enfrentamientos en el campo musical.
En el 2014 se tornaba viral en las redes los cantos de un chofer de rastra ucraniano, Vadim Dubovskiy, quien vive en Estados Unidos, hacía parodias de las canciones soviéticas de corte patriótico lanzado epítetos contra Putin, las tropas rusas que invadieron Crimea e incluía a Cuba en sus cantos. Todas las canciones eran interpretadas detrás del timón de su vehículo. Y en ocasiones con un suéter con la inscripción “Putin ju---o”.
“Y Rusia – de nuevo eres paria, y Cuba es tu mejor amigo” ...
Dubovskiy hizo la parodia de la canción “Y de nuevo sigue el combate”, compuesta en 1974 para conmemorar el aniversario de la Revolución de Octubre. El estribillo “Y Lenin – tan joven, y un nuevo octubre por delante” lo sustituye por “Y Rusia – de nuevo eres paria, y Cuba es tu mejor amigo”. En la versión del ucraniano no faltaba el ju—o al gobernante del Kremlin con “Y Putin es tan ju—o, como un duende, conspirador y malvado”.
Y el escritor y diplomático Sergio Borschevsky escribió entonces la letra para una canción, todavía sin melodía, dedicada al ex coronel de la KGB con el título de “Ay Putin, que p—a madre”, donde termina entonando: “Acércanos el festejo/Con chicha y con congrí, Muérete, gran pen----o, Y líbranos ya de ti”.
Desde La Habana, Luis Cino, autor de los libros de relatos Los más dichosos del mundo y Los tigres de Dire Dawa, afirma a Radio y Televisión Martí que la frase con que hoy día se insulta a Díaz-Canel “tiene más impacto, gústenos o no”.
“En Cuba se ha producido un empobrecimiento de las manifestaciones culturales, pero son como una manifestación personal de rebeldía, de desafío personal y colectivo pues con esas palabrotas, y si son gritadas mejor, la gente hace catarsis y deja escapar la rabia por todo lo que han tenido que callar o simular durante demasiado tiempo”, enfatiza el escritor.
Cuando se acaban los calificativos intelectuales viene lo que viene detrás de la indignación pura y dura ...
Por su parte Chaviano, autora de El abrevadero de los dinosaurios, reconoce el origen y legitimidad “de quienes se expresan de otro modo” y apunta que eso “no solo es su derecho, sino quizás su único desahogo”.
Según la periodista cubana María Matienzo, la frase contra el gobernante cubano vale como expresión social pues “cuando se acaban los calificativos intelectuales viene lo que viene detrás de la indignación pura y dura. Y esas malas palabras son la envoltura de esos sentimientos, de los sentimientos a los que nos han llevado, a lo que él y su mala gestión gubernamental nos ha llevado”.
Para Daína Chaviano con este calificativo al gobernante de la Isla “los jerarcas cubanos están simplemente recogiendo lo que ellos mismos sembraron”.