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Roberto Carcassés, el músico cubano que criticó al régimen


Foto de archivo del concierto "Cintas amarillas", en La Habana, Cuba.
Foto de archivo del concierto "Cintas amarillas", en La Habana, Cuba.

Pidió "libertad de información. Elección directa del presidente. Fin del bloqueo y del autobloqueo" en un concierto frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba.

Medios internacionales se hicieron eco de las críticas hechas por el músico habanero Roberto Carcassés al régimen castrista, durante un concierto televisado en vivo, frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, y que formaba parte de los actos organizados en Cuba para recordar que ya han transcurrido 15 años desde que en territorio estadounidense se descubriera la trama cubana de espionaje conocida como Red Avispa.

Robertico, como le dicen, es hijo de Bobby Carcassés, uno de los más famosos e irreverentes jazzistas de la isla. Creció oyendo risas (su padre también es comediante y show man) y música, mucha música. Su bisabuelo había sido Cónsul de Cuba en Jamaica y en su hogar se escuchaba desde reggae, feeling y mambo hasta óperas y zarzuelas.

En 1991, con 19 años, se graduó de la Escuela Nacional de Arte. En el Conservatorio García Caturla estudió piano complementario. Aprendió también a tocar guitarra y contrabajo. Su curriculum comienza a crecer. Ya ha actuado en Cuba, Argentina, Alemania y España, cuando realiza un Jazz Workshop en la Universidad de Stanford, Estados Unidos.

En 1999 graba en La Habana Invitation, su primer disco, con la participación de músicos consagrados, entre ellos su padre Bobby Carcassés, César López y Alfredo Thompson, ex saxofonistas de Irakere y el trompetista Mario Hernández. Críticos especializados lo elogian como pianista, arreglista y director musical. Dicen que hace jazz afrocubano del bueno.

De los temas del disco, resalta De La Habana a Nueva York (Bobby Carcassés-De La Habana a Nueva York), un homenaje a Mario Bauzá, uno de los más completos músicos cubanos, fallecido en Manhattan el 11 de julio de 1993.

Compuesto por Bobby, la inclusión de ese número en el primer disco de Robertico habla mucho y bien de un joven nacido en 1972, época que tras los campos de concentración en Camagüey, la ofensiva revolucionaria del 68 y el fracaso de la zafra de los diez millones en 1970, fue una de las peores vividas en Cuba, por la intolerancia hacia la diversidad sexual, religiosa y política y por el llamado 'período gris', cuando comisarios del régimen intentaron imponer el realismo socialista y aniquilar la libertad y creatividad en la cultura cubana.

De La Habana a Nueva York es un guaguancó. Interpretado por Amado Dedeu, Bobby Carcassés y el propio Robertico, en la larga lista de rumberos mencionados, puertorriqueños y cubanos residentes en la isla, son incluidos varios de los exiliados: Chano Pozo, Patato Valdés y Mongo Santamaría, entre otros. Algo que ahora parece normal, pero no era común que en 1999 se recordara a aquellos compatriotas que se establecieron en Estados Unidos.

Carcassés Jr. ha compartido escenario con Chucho Valdés y Wynton Marsalis, entre otros. Actualmente dirige Interactivo, considerado uno de los proyectos más innovadores en el panorama musical cubano. Hace poco, en su casa de Marianao recibió al periodista Marcelo Izquierdo, a quien le concedió una entrevista para el diario ecuatoriano El Telégrafo. Reproducimos algunas de sus respuestas.

"La Revolución en un principio fue verdaderamente revolucionaria en todos los sentidos y el arte se vio muy beneficiado por esto. Luego con la llegada de los soviéticos, la enseñanza en las escuelas se hizo muy rigurosa, siendo esto un beneficio en el sentido técnico, pero un desastre para la libertad expresiva, al aplicar el estalinismo, todo se volvió rígido y absurdo.

"Muchas de esas prácticas han quedado atrás pero el chantaje político del gobierno con el pueblo todavía existe, aunque en menor escala. Ya va dejando de ser ilegal no estar de acuerdo... a veces.

"Con la llegada de Raúl empezó a desoxidarse (demasiado lentamente en mi opinión) la rueda del desarrollo social y material en Cuba, que estaba prácticamente detenida. Creo que en gran medida debido a la presión del propio pueblo y a la opinión internacional. Pienso que en cualquier gobierno hay dirigentes con buenas intenciones y dirigentes mediocres que no creen en nada más que en el dinero y les viene bien cualquiera que esté en el poder más allá de su ideología".

Sobre la música en la isla opina: "En Cuba, como en el resto del mundo, se hace mucha música destinada al mero entretenimiento, incluso a embrutecer a la gente. No obstante, en la trova, el rock y el hip hop, siempre hay quien tiene una mirada más crítica, aunque la tendencia general sea hacia la bobería".

Robertico considera que Estados Unidos practica "un bloqueo ridículo" y que los verdaderos creadores siempre estarán a favor del diálogo y la comprensión del otro y sus razones. Que si de verdad al gobierno le interesa el desarrollo del país, el acceso a internet debería ser una prioridad. Y confiesa que ha luchado porque el hecho de irse o quedarse, de salir o entrar a tu patria no sea tan traumático para la gente.

Puntos de vista que a unos puede gustar y a otros no, pero demostrativos de que Roberto Carcassés dice lo que piensa.
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