La legisladora republicana, de origen cubano, hizo la declaración durante una reunión de congresistas en Washington con el presidente chino, Hu Jintao.
Ros-Lehtinen pidió a Hu la liberación de los disidentes Liu Xiaobo y Gao Zhisheng, entre otros, el respeto a las minorías Uighur y del Tíbet, el cese de la persecución a los cristianos y miembros del Falun Gong, y el fin a la política de abortos forzados en China.
Ros-Lehtinen entregó a Hu copia de una carta que envió al presidente Barack Obama. En la misma, deplora el pobre historial de China en materia de derechos humanos y el daño a la economía de Estados Unidos causado por la manipulación de la moneda china.
También pidió liberar a un estadounidense y subrayó que el gobierno de China facilita la proliferación de actividades de naciones irresponsables como Irán.
Ros-Lehtinen añadió que China representa un obstáculo a los esfuerzos de naciones responsables frente a Corea del Norte y otros regímenes peligrosos.
La legisladora concluyó que su esperanza es que "en el futuro, Estados Unidos implemente una política hacia China que refleje más firmemente nuestros intereses y valores".