Los senadores republicanos Rick Scott y Marsha Blackburn presentaron la “Ley Contra la Influencia Política Corrupta” para reprimir los intentos de espionaje de adversarios extranjeros en territorio estadounidense.
“Esta Ley exige que los funcionarios del Partido Comunista de China, Cuba, Venezuela, Irán, Rusia, Corea del Norte y otras naciones adversarias notifiquen al Departamento de Estado de EEUU con 96 horas de antelación cualquier reunión gubernamental planificada, incluso con instituciones educativas o de investigación, y que el Departamento de Estado presente informes mensuales de estas reuniones al Congreso”, dijeron los senadores en un comunicado.
La legislación codificaría y ampliaría una medida reciente del Departamento de Estado de la administración Trump que exige a los miembros del régimen cubano notificar al gobierno estadounidense antes de entrar en Estados Unidos y reunirse con funcionarios estatales y locales, lo cual, según los Senadores, representa un riesgo significativo para la seguridad nacional de Estados Unidos.
“Estados Unidos se enfrenta a amenazas de adversarios de todo el mundo que quieren destruir nuestro estilo de vida. Xi y el Partido Comunista Chino han espiado descaradamente a Estados Unidos, han robado nuestras investigaciones y datos intelectuales, e han intentado infiltrarse en las entrañas del gobierno para beneficio del régimen”, dijo el Senador Scott, que representa el estado de la Florida.
El Senador Scott recordó que bajo la administración Biden, los funcionarios Cubanos visitaron el Aeropuerto Internacional de Miami e hicieron un recorrido por las operaciones de seguridad aeroportuaria, mientras “que la dictadura se enorgullece de albergar terroristas y albergar una base de espionaje china a 145 kilómetros de la costa de Florida”.
“Durante años, se ha permitido que estos regímenes exploten a Estados Unidos, a nuestro gobierno y a nuestra investigación, negando a los estadounidenses el mismo privilegio en sus países. No podemos seguir poniendo en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos permitiendo a los regímenes acceso ilimitado al espionaje en territorio estadounidense”, expresó.
Por su parte, la senadora Blackburn declare que los adversarios de Estados Unidos “no dudarán en infiltrarse en las instituciones estadounidenses para lograr sus propios objetivos y que “la Ley para Contrarrestar la Influencia Política Corrupta exigiría que las misiones diplomáticas de países adversarios, como la China comunista, Rusia e Irán, revelen sus actividades diplomáticas al Departamento de Estado, lo que reforzaría la transparencia y permitiría a Estados Unidos contrarrestar su influencia maligna”.
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