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Si Obama dice Ya ukrainets…


 Air Force One, el avión presidencial estadounidense que viaja a Europa.
Air Force One, el avión presidencial estadounidense que viaja a Europa.

El presidente Obama tiene esta semana una gran oportunidad de dejar un legado histórico similar al de John F. Kennedy y Ronald Reagan.

Este lunes Barack Obama inicia su gira por Europa. Asiste en La Haya, Holanda, a la cumbre de seguridad nuclear y a una reunión del G-7 que ha convocado, debido a la crisis ucraniana. Después viajará a Bruselas, Bélgica, para copresidir la cumbre EE. UU – UE. Luego, en Roma se reunirá con el Papa Francisco y las autoridades italianas. Antes de dejar Europa Obama debería ir a Kiev, la capital de Ucrania. Sería muy útil que se pasee por la Plaza de la Independencia o hable en la Rada.

Archivo - Alemania. 26 de Junio de 1963. Discurso del entonces presidente de EE.UU, John F. Kennedy, en el ayuntamiento de Berlin, donde dijo su histórica frase, "Ich bin ein Berliner" (Yo soy berlinés).
Archivo - Alemania. 26 de Junio de 1963. Discurso del entonces presidente de EE.UU, John F. Kennedy, en el ayuntamiento de Berlin, donde dijo su histórica frase, "Ich bin ein Berliner" (Yo soy berlinés).
En agosto de 1961, los comunistas de Alemania Oriental, asesorados por Moscú, levantaron un muro que dividió Berlín. El presidente Kennedy viajó en 1963 a la dividida capital para decir que él era berlinés, expresando solidaridad y apoyo a los residentes de Berlín Occidental.

En 1987, Ronald Reagan, a pesar de la negativa de sus asesores y miembros del gabinete, pidió al gobernante soviético Mijail Gorbachev que echara abajo aquella muralla en el corazón de Berlín. Los dos gobernantes infundieron esperanzas a los alemanes para ver un día unida la capital y el país.

La frase que debería decir Obama en Kiev es simple, Я українець (Soy ucraniano). Una visita a ese país, por muy corta que sea, es muestra de solidaridad, compromiso con la integridad territorial y con el proceso democrático en esa nación. Esas palabras traerían el aliento que necesitan los ucranianos para mantenerse férreos ante una invasión foránea superior en hombres y técnica.

Archivo - Berlín Occidenta. 12 de Junio de 1987. Ronald Reagan (c) y el canciller alemán Helmut Kohl ( derecha de Reagan) en ceremonia al lado oeste del Muro de Berlín.
Archivo - Berlín Occidenta. 12 de Junio de 1987. Ronald Reagan (c) y el canciller alemán Helmut Kohl ( derecha de Reagan) en ceremonia al lado oeste del Muro de Berlín.
En 1956, poco pudo hacer el presidente Eisenhower ante la invasión soviética que aplastó la revolución húngara. La ONU condenó la agresión, pero en el Consejo de Seguridad se impuso el veto de Moscú.

Al entrar los tanques soviéticos en Checoslovaquia en 1968, Johnson solo pudo reunir en una sola ocasión al Consejo de Seguridad y la URSS uso de nuevo el veto. En Hungría y la República Checa recuerdan la inacción de Occidente y EE.UU. Los alemanes no olvidan del apoyo de Kennedy y Reagan.

Para el bienestar de Europa Oriental, la tranquilidad de Ucrania y vecinos, y para que en el Kremlin comprendan que la invasión no es tolerable en el siglo XXI, el presidente de los Estados Unidos, sea quien sea, debe de expresar en Kiev el respaldo americano.
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    Álvaro Alba

    Historiador y periodista especializado en temas de Europa del Este y la ex Unión Soviética. Máster en Historia por la Universidad Estatal de Odesa, Ucrania. Premio Emmy 2017 (Emmy Award) en la categoría de Documental Histórico.

    Ha publicado en ABC, Diario de Las Américas, El Nuevo Herald, entre otros. Actualmente trabaja en MartiNoticias.com. Autor de Castro y Stalin, almas gemelas (2002); En la pupila del Kremlin (2011) y Rusia: la herencia del estalinismo (2012). Es Asociado Principal de Investigación (Senior Research Associate) del Centro de Estudios Cubanos (Cuban Studies Institute CSI) de Miami y miembro de la Asociación para Estudios Eslavos y del Este de Europa (ASEEES).

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