Activistas y opositores dentro de Cuba han sido advertidos en los últimos días de que no podrán salir a la calle en vísperas de 11 de julio, fecha en que se cumple el primer aniversario de las protestas populares que estremecieron la isla el verano pasado, y en las que el pueblo pidió libertad, entre otras demandas.
El activista Pedro Quiala fue citado el jueves a Villa Marista, centro de operaciones de la Seguridad del Estado, para un interrogatorio acerca de su presencia en las inmediaciones del Hotel Saratoga tras la explosión que trajo consigo la destrucción casi total del inmueble, según dijo a Radio Martí.
Durante el interrogatorio, fue advertido por los agentes sobre la proximidad del 11 de julio. “Del día 9 en adelante no puedo salir de mi casa y, si así lo hiciera, iba a ser encarcelado a 10 o a 15 años de privación de libertad”, dijo.
Por otra parte, el activista Ángel Cuza Alfonso también fue citado e interrogado el jueves en Villa Marista, según indicó a Radio Martí.
“Me dijeron que no podía salir de mi casa a partir del día 9 de julio, que no podía salir ni nada”, explicó.
Según Cuza, desde hace varios días en La Habana se puede ver un aumento de la presencia policial en diferentes puntos de la ciudad.
“En toda La Habana, en cada esquina, hay guardias, vestidos de policías azules, de los verdes, vestidos de civiles, que esos son los de la Seguridad del Estado”, subrayó.
De la presencia de diferentes cuerpos policiales informa también el periodista y opositor Guillermo del Sol, desde la ciudad de Santa Clara.
“En los barrios principales, donde surgieron las protestas el pasado 11 de julio... Mayormente son estudiantes de carreras del MININT vestidos de verde olivo, y ‘Boinas Rojas’, y en la zona centro, los llamados ‘Boinas Negras’, que son los que custodian esa área”, señaló.
Del Sol dijo a Radio Martí que el sábado recibió una llamada de advertencia, también por el 11 de julio.
“El sábado, como a las 6 de la tarde, me llamaron para preguntarme qué planes tenía para el mes de julio. Me dijeron que era de parte de la Seguridad del Estado y me dijeron que no se iba a permitir ningún tipo de provocación, que no quieren un derramamiento de sangre pero que, si salen a las calles, los van a aplastar”, aseguró Del Sol.