Los gobernadores y vicegobernadores provinciales fueron elegidos este domingo en Cuba, no por voto popular, sino por los delegados municipales del Poder Popular, tras las propuestas del gobernante Miguel Díaz-Canel.
“En el proceso de la gestión de gobierno, del poder local debería estar involucrada la población, porque la ciudadanía es la que tiene que tocar la puerta de toda esa estructura de poder para recibir respuesta a las diversas problemáticas”, señaló en conversación con Martí Noticias Juan Antonio Madrazo Luna, del Observatorio de Derechos Electorales, un capítulo del Comité Ciudadano por la Integración Racial.
La Ley 127, Ley Electoral cubana, estipula que para la elección de los cargos de gobernador y vicegobernador en la instancia provincial, la propuesta la realiza el Presidente de la República, pero debe contar con la anuencia del Partido Comunista (PCC) en cada territorio.
La Comisión de Defensa Electoral (COCUDE) denunció recientemente que el Presidente de la República y Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, con la aprobación de la policía política y la contrainteligencia militar, determinan las autoridades territoriales para la gestión gubernamental.
“Durante la farsa electoral, conocías a los delegados por provincia, por municipios, sin embargo, no sucede en el caso de los gobernadores, los vicegobernadores y los intendentes, que son los que tienen que darle el pecho a la población”, dijo Madrazo Luna.
Raudiel Peña, coordinador del Observatorio Legislativo de Cuba, con sede en Buenos Aires, consideró que este tipo de proceso eleccionario no se destaca por su carácter democrático.
“La primera limitante, en este sentido, es que justamente los electores no intervienen, y eso le permite al Ejecutivo, en este caso, el presidente de la República y a los delegados municipales, controlar quiénes son las personas nominadas y electas para estos cargos, porque también depende solamente de que las personas nominadas obtengan a menos el 50% de los votos válidos de los delegados”, dijo.
“Entonces, con un umbral de elección tan bajo, siendo además personas nominadas por el presidente de la República, pues es muy fácil que ocupen el cargo”.
En las primeras elecciones de este tipo que se hicieron en Cuba, en 2020, ocurrió que exactamente las mismas personas que fueron nominadas por el presidente de la República fueron electas a partir del voto de los delegados municipales del Poder Popular.
“Algo que fue notable en ese momento, y que es posible ocurra ahora también, es que en todas las provincias, uno de esos dos cargos fue ocupado por una mujer. Esto es un mecanismo que le permite al Ejecutivo asegurarse de la inclusión de mujeres en estos cargos con el objetivo de legitimarse”, subrayó Peña.
Por su lado, el periódico oficialista Cubadebate informó que los delegados se reunieron para elegir “por derecho propio, mediante el voto libre, igual, directo y secreto, a quienes resultarán las máximas autoridades gubernamentales de la provincial”.
“Para la propaganda oficial, los procesos eleccionarios en Cuba son democráticos, pero es nula la participación de los ciudadanos”, indicó María Mercedes Benítez, del grupo Ciudadanos Observadores de Procesos Electorales (COPE).
“El pueblo no conoce quiénes son esas personas antes de ser designadas. Estas ‘elecciones’ que hacen ellos son a puerta cerrada”, concluyó.
“El proceso no consiente ni un resquicio por donde la ciudadanía pueda monitorearlo, ni en las nominaciones, ni en la votación, escrutinio o validación de resultados. Todo está circunscripto a quienes votan y quienes cuentan los votos”, lamentó Benítez.
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