La Sociedad Internacional de Derechos Humanos ( IGFM, por sus siglas en alemán y ISHR, por sus siglas en inglés) emitió un comunicado en apoyo a los ciudadanos cubanos que desean manifestarse pacíficamente en Cuba el próximo 15 de noviembre y donde advierte a La Habana que la represión a los manifestantes pudiera tener un alto costo para el régimen comunista.
La organización con sede en Frankfurt, Alemania, dice que "a solo días antes de las esperadas nuevas protestas contra la dictadura en Cuba, el régimen de La Habana amenaza con “tomar medidas enérgicas”, una frase que significa la represión violenta a cualquier protesta pacífica".
El ISHR "teme que el gobierno unipartidista de los comunistas cubanos, que ha gobernado durante 62 años, siga el ejemplo negativo de los comunistas chinos y utilice la violencia masiva".
Martin Lessenthin, portavoz de la junta de ISHR, dijo que “el liderazgo de Cuba bajo Miguel Díaz-Canel teme al pueblo cubano y quiere un silencio absoluto en lugar de protestas pacíficas el 15 de noviembre. Por lo tanto, Alemania y los socios de la UE deben aprovechar el tiempo hasta el 15 de noviembre y deben dejar en claro a los gobernantes de La Habana que la violencia contra los manifestantes pacíficos conducirá a la terminación de toda cooperación económica con la nación isleña".
"¡Todo cubano tiene derecho a la libertad de expresión! ", afirma.
En declaraciones a Radio Martí, Lessenthin dijo que su organización teme que "en Cuba se emprenda violencia el 15 de noviembre, contra los manifestantes pacíficos. Esta preocupación la manifestamos debido a las múltiples declaraciones del régimen al respecto. El régimen no vislumbra que llegó el momento para que se ponga fin a la dictadura del totalitarismo y de un solo partido".
"Como activistas de derechos humanos, le solicitamos a la Unión Europea, a Alemania, y a los socios de la Unión Europea a que le dejen saber bien claro a Díaz-Canel, que los cubanos desean vivir en libertad, que el pueblo cubano tiene derecho a la libertad de opinión, así como a la libertad de asociación, y que la fuerza empleada contra manifestantes pacíficos, solo servirá para poner fin a la labor entre Cuba y los estados de la Unión Europea".
Entretanto, también fue divulgada una declaración de la Sección Cuba del ISHR, en que el Ejecutivo manifiesta:
"El gran levantamiento popular anticomunista que tuvo lugar en Cuba el 11 de julio marcó un punto de inflexión en la historia reciente de Cuba. Ese día decenas de miles de ciudadanos salieron espontáneamente a las calles de más de cincuenta ciudades y pueblos de todo el país, exigiendo su libertad. y el fin del régimen comunista. La respuesta del gobierno fue la habitual: represión brutal. Recientemente, una nueva organización llamada Archipiélago convocó a nuevas manifestaciones para el 15 de noviembre en diferentes ciudades. Varios otros grupos de derechos civiles importantes y mucho más antiguos han anunciado su apoyo. El gobierno cubano se ha negado a otorgar el permiso. Sostiene que las manifestaciones previstas son violentas, aunque los organizadores mantienen sus intenciones pacíficas. Las autoridades afirman que el objetivo de la protesta es derrocar al gobierno y cambiar el sistema socialista existente, aunque los organizadores dicen que solo exigirán los cambios necesarios. Ante esta situación, la sección cubana de la ISHR expresa su apoyo a todos los cubanos que quieran expresar públicamente su opinión y hace un llamado al gobierno cubano para que cumpla con su obligación de respetar el derecho de sus sujetos a manifestaciones públicas, como se expresa en el Declaración Universal de derechos humanos e incluso prevista en la actual constitución cubana".
