Un editorial del diario floridano Sun Sentinel asegura que no está bien que una empresa americana como Carnival cumpla con las políticas de regímenes como el de Cuba que discriminan a los estadounidenses de origen cubano.
Carnival debería seguir el ejemplo de Norwegian Cruise Line, que hace dos años se enfrentó a un problema similar cuando Túnez se negó a que unos 20 ciudadanos israelíes desembarcaran en ese país: La semana siguiente la empresa sacó al puerto de Túnez del itinerario.
El editorial argumenta que no debería ser difícil para la compañía de cruceros tomar la decisión correcta y no aceptar la discriminación, pues así se hubiese ahorrado la pesadilla de relaciones públicas en que está envuelta por su travesía inaugural a Cuba.
De hecho, hasta que Cuba cambie su política de larga data sobre los cubanoamericanos de prohibirles llegar a su propio país por mar, todas las líneas de cruceros estadounidenses, operadores de transporte y empresas de transporte deben llamarse colectivamente a un tiempo de espera en los planes para navegar a Cuba.
No está bien, continúa Sun Sentinel, para una empresa americana tener que comprobar el lugar de nacimiento en los pasaportes de los ciudadanos antes de dejarlos entrar a bordo. No está bien para una empresa norteamericana crear dos clasificaciones de estadounidenses.
El diario apunta que Carnival para ser la primera en La Habana se ha sometido a un dictador comunista que quiere violar los derechos a los cubanoamericanos.
