Los expresidentes Sebastián Piñera, de Chile, y Felipe Calderón, de México, y el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa se mostraron cautos sobre los resultados del acercamiento entre Estados Unidos y Cuba y la posibilidad de que ese proceso genere una apertura democrática en la isla.
Vargas Llosa participó el lunes con Piñera y Calderón en un debate realizado en el Instituto Cervantes de Nueva York para analizar los vínculos de Estados Unidos con Latinoamérica.
Como parte del debate, se comentó la decisión de Estados Unidos y Cuba de propiciar un acercamiento diplomático en diciembre pasado, y el papel que tiene dentro de ese proceso el embargo económico a la isla, aún vigente.
"El embargo no ha sido ese incentivo que se esperaba durante muchos años para que hubiera una apertura", afirmó Vargas Llosa, excandidato presidencial peruano y quien se mostró defensor de esas sanciones económicas impuestas a partir de 1960.
Su propósito, añadió, fue el de acabar con el "poder totalitario" en la isla y desalentar procesos parecidos en Latinoamérica, pero también reconoció que se ha convertido en un "pretexto" de La Habana para culpar a Estados Unidos de sus propias "miserias".
Pero los acercamientos entre Estados Unidos y Cuba dejan a muchos "desconcertados", agregó, porque "provoca mucha inquietud de cubanos defensores de la democracia, que ven que es una especie de oxígeno que recibe el Gobierno cubano (...), sin hacer concesiones a la libertad".
"Mi posición es de esperanza. Ojalá que algo ocurra que mueva a Cuba en el camino de la apertura y la modernización", añadió.
Piñera, por su parte, dijo que este acercamiento para los cubanos representa la posibilidad de que se levante el embargo, mientras que para Estados Unidos "y todos los demócratas" debería ser que
"Cuba deje de ser una dictadura".
Y Calderón dijo que los cubanos "son muy astutos" porque están propiciando un acercamiento con Estados Unidos previendo "la caída del chavismo" en Venezuela, a causa de la crisis económica en este país que está teniendo efectos en su apoyo a la isla.
"Como Tarzán, no sueltan la liana mientras no puedan agarrar otra", le interrumpió Piñera.
Para Calderón, el presidente Obama está impulsando este acercamiento con La Habana para dejar un "legado" en su gestión en la recta final de su mandato, teniendo en cuenta la relación "muy pobre" que ha tenido con Latinoamérica.
Washington también tiene como motivación lograr la paz en Colombia gracias a las negociaciones que se llevan a cabo en La Habana con la guerrilla, a pesar de que ese proceso "está dejando muchas dudas" entre los colombianos.