MARACAIBO, VENEZUELA - La concesión del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) a potencialmente decenas de miles de venezolanos por parte del gobierno de Joe Biden es un gesto “generoso” que representa una inversión de recursos significativa para Estados Unidos y a la vez una "sorpresa" para los que creyeron que esta administración flexibilizaría la presión hacia Miraflores, sostienen analistas.
Un funcionario de alto nivel de la administración Biden reveló este lunes la decisión del Departamento de Seguridad Nacional, de 18 meses de vigencia, para beneficiar a quienes han huido de una “crisis humanitaria compleja”.
El líder opositor Juan Guaidó, reconocido por decenas de países como el presidente encargado de Venezuela, expresó su agradecimiento por el anuncio de la administración Biden y lo valoró como un “importante paso” a favor de la dignidad y la humanidad de los beneficiados.
Diana Romero, decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Jurídicas de la Universidad del Zulia, aplaude la medida al considerar que brindará oportunidades a miles de venezolanos con valores y estudios notorios.
“Los venezolanos que emigran van con conocimiento. Van a aportar al desarrollo de los Estados Unidos en cuanto a sus trabajos”, comenta a la Voz de América la académica, especialista en Derecho Público Internacional.
Remarca en su análisis que el TPS a los venezolanos se desprende de una comprensión de la situación humanitaria que viven en su país de origen.
“Es un beneficio de carácter internacional que corresponde a inmigrantes de Estados cuyas condiciones de vida sean amenazadas. Se está previendo la protección del ser humano”, menciona.
Romero sostiene que la declaratoria de emergencia humanitaria compleja y el reconocimiento al gobierno interino de Guaidó, en 2019, inocularon en la Casa Blanca “una especie de deber migratorio” para los venezolanos que por razones políticas o de subsistencia viajaron a Estados Unidos sin planes de retorno.
La decisión que tomó Biden de proteger a los venezolanos inmigrantes también halló halagos entre demócratas y republicanos. Senadores como Bob Menéndez y Marco Rubio expresaron su beneplácito al conocerse la noticia.
El senador Menéndez, incluso, rememoró su viaje en 2019 a Cúcuta, donde residen o están de paso miles de migrantes y exiliados venezolanos.
Decisión “ejecutiva y personal”
Adolfo Salgueiro, abogado venezolano y exprofesor de Derecho Internacional que reside en Estados Unidos, estima que el anuncio resulta toda una “sorpresa” para quienes creían que Biden flexibilizaría la postura estadounidense ante el gobierno de Nicolás Maduro y la crisis venezolana en general.
Rescata el detalle de que una decisión como el TPS se otorgue cuando el presidente estadounidense tiene apenas un par de meses en la Casa Blanca.
“Es una decisión a nivel ejecutivo, no legislativo. Es una decisión personal con un decreto ejecutivo que da a los venezolanos, al segundo mes de estar en su trabajo, lo que Trump no le dio en cuatro años”, señala a la Voz de América.
Opina que el otorgamiento del beneficio migratorio puede ser “una luz para alumbrar el camino” a algunos países de la región americana que pudieran ser, a su juicio, “un poco más generosos” con los venezolanos en ese apartado.
Salgueiro resaltó el caso de Colombia. En febrero, el presidente colombiano Iván Duque anunció una medida similar para regular a centenares de miles de venezolanos que ingresaron a su país antes del 31 de enero de este año.
“Salvo Colombia, que ha hecho un gesto moral y legal de altísimo valor y de costo político para Duque, va empeorando (la situación migratoria para venezolanos) en Perú, Chile, Ecuador”, señala.
A su entender, la aprobación del TPS es “un gesto extraordinariamente generoso que cuesta a los Estados Unidos dinero. Viene con seguridad social, con derecho a trabajar en un momento donde las ofertas de trabajo no sobran”, puntualiza.
Una crisis “menos atractiva”
María Puerta Riera, politóloga de la Universidad de Carabobo, dedicada al análisis sobre temas concernientes a Venezuela y Estados Unidos, apunta que el TPS se suma al otorgamiento de otros beneficios migratorios a venezolanos, como el asilo, por razones que guardan relación con la crisis humanitaria.
“Busca proteger a la población que está siendo víctima de circunstancias con las que no pueden luchar, como hambruna o desastres naturales”, expone.
Asegura a la VOA que la decisión migratoria de Biden confirma a Venezuela como un país marcado por una profunda y delicada crisis humanitaria.
Advierte que el TPS no debe confundirse en los trámites migratorios con la aspiración a obtener una residencia permanente en Estados Unidos.
“Es una protección temporal, que es muy recomendable incluso para quienes tengan una petición de asilo introducida, pero aún sin entrevista o con una condición pendiente” en sus solicitudes formales, aclara Puerta Riera.
Salgueiro, por su lado, acota que, si bien el TPS genera “algún entusiasmo” en la comunidad venezolana, la crisis de ese país suramericano lleva “demasiado tiempo ocupando un lugar central en el candelero de las noticias” y ello, a su juicio, pudiera resultar cada vez “menos atractivo” para los vecinos.
Matiza sobre el alcance del TPS a los venezolanos. El embajador de Guaidó en Washington, Carlos Vecchio, afirmó que beneficiará a 323.000 personas, pero Salgueiro insiste en que esa cifra corresponde a la comunidad absoluta de venezolanos en el país norteamericano, no a los futuros beneficiados.