Al dia siguiente de que un grupo bipartidista de senadores estadounidenses volviera a presentar en la cámara alta del Congreso un proyecto de ley para eliminar todas las restricciones a los viajes a Cuba ─esta vez asegurando que cuentan con mayoría─ algunos de ellos y otros de estados agrícolas presentaron otro plan dirigido a abolir todas las disposiciones del embargo vigente desde 1962 contra el régimen de los hermanos Castro en Cuba.
Los senadores demócratas Amy Klobuchar (Minnesota) y Patrick Leahy (Vermont) y los republicanos Mike Enzi (Wyoming) y Jeff Flake (Arizona) presentaron el viernes el plan titulado Ley de Libertad para Exportar a Cuba de 2017, que dicen allanaría el camino hacia nuevas oportunidades económicas para las empresas y agricultores estadounidenses al impulsar las exportaciones y permitir a los cubanos mayor acceso a los bienes estadounidenses.
Una nota de prensa en la página web de la senadora Klobuchar explica que el borrador busca revocar las actuales restricciones legales a los negocios con Cuba, incluyendo la autorización de 1961 para establecer el embargo comercial, leyes subsiguientes que obligan a hacerlo cumplir y otras disposiciones legales restrictivas que prohíben las transacciones entre firmas de propiedad o bajo control estadounidense y Cuba, así como limitaciones a los embarques directos entre puertos de EE.UU. y la isla caribeña.
No serían derogadas sin embargo aquellas cláusulas de dichas leyes que se refieren a los derechos humanos o a las reclamaciones sobre propiedades confiscadas por el gobierno cubano.
La información plantea que “Cuba depende de las importaciones de productos agrícolas para alimentar a sus 11 millones de habitantes y los 3,5 millones de turistas que la visitan cada año. Esto representa una oportunidad de $ 2.000 millones anuales para los agricultores estadounidenses”.
"Más de 50 años de aislar a una isla a sólo 90 millas de nuestra frontera no han asegurado nuestros intereses y han puesto en desventaja a los propietarios de negocios y los agricultores estadounidenses”, dijo Klobuchar. “Esta legislación bipartidista beneficiaría a los pueblos de ambos países impulsando las exportaciones estadounidenses y creando oportunidades para el pueblo cubano”, agregó.
Como en la justificación del proyecto de ley para liberar los viajes presentado el jueves, que también fue patrocinado por Leahy y Flake, los patrocinadores invocaron el poder del "engagement" como agente de cambio en Cuba. El legislador Enzi dijo que el comercio sería una vía de "circulación no solo de bienes, sino también de ideas, ideas de libertad y democracia que son las claves para un cambio positivo en cualquier nación”.
“Aunque no hay garantías, un compromiso económico con Cuba tiene más probabilidades de empujarla hacia la democracia que medio siglo de tratar de aislarla", dijo por su parte Flake.
El proyecto de ley, precisa la información, cuenta con el apoyo de la coalición antiembargo Engage Cuba, los tanques pensantes Washington Office on Latin America, y Latin America Working Group, y del gigante cerealero Cargill.
Ambos instrumentos legislativos han sido presentados antes de que se dé a conocer la esperada revisión, por parte de la nueva Administración de Donald Trump, de la política aperturista de Estados Unidos hacia Cuba establecida por su predecesor, Barack Obama.