El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó este sábado a Corea del Norte de ser un "problema y una amenaza" durante reuniones con aliados asiáticos al margen de la cumbre internacional del G20, en busca de consenso sobre los próximos pasos a adoptar luego de que Pyongyang hiciera un lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental.
"Hay que hacer algo al respecto", dijo Trump en reunión con el presidente chino Xi Jinping. En otra reunión con el premier japonés Shinzo Abe, Trump señaló que el tema de la conversación era "el problema y la amenaza de Corea del Norte".
Abe, quien habló por intermedio de un traductor, afirmó que el problema de la seguridad en la región del Pacífico asiático se vuelve "cada vez más grave" con el desarrollo del programa norcoreano de misiles balísticos y armamento nuclear. Abe dijo que quería "demostrar la vigorosa sociedad y los lazos" entre Japón y Estados Unidos en la materia.
El lanzamiento exitoso de un ICBM fue un gran hito en el esfuerzo a largo plazo de Corea del Norte para fabricar un misil capaz de llevar una ojiva nuclear hasta Estados Unidos.
La agenda cargada de reuniones con Abe, Xi, la primera ministra británica Theresa May y otros gobernantes marcó la última jornada de la cumbre anual del G20, caracterizada por manifestaciones violentas de activistas contra la globalización. Trump mantuvo también una breve reunión no programada con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan acerca de la situación en Siria.
Corea del Norte ha dominado las discusiones y la Casa Blanca dijo previamente que Estados Unidos, Corea del Sur y Japón presionan a favor de nuevas medidas contra el Norte para demostrar las "consecuencias graves" de sus provocaciones más recientes.
Las tres naciones han reclamado la "rápida aprobación" de una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y sanciones adicionales.
Lograr el acuerdo de China es crucial para el plan. La Casa Blanca ha intentado presionar a Beijing para que imponga límites al Norte para impedir que el desarrollo de armas nucleares por el gobierno de Kim Jong Un llegue al punto de poder amenazar el territorio continental estadounidense.
Washington quiere que China aplique plenamente las sanciones internacionales para que Pyongyang se quede sin los recursos para sus programas armamentistas, pero la falta de progreso enfurece a Trump.
El comercio también fue tema central de las discusiones. La Casa Blanca investiga la posibilidad de imponer nuevas barreras a la importación de acero por razones de seguridad, una medida contra China, que ha inundado los mercados internacionales con acero barato.
"Han sucedido muchas cosas que han conducido a desequilibrios comerciales y vamos a revertirlo", dijo Trump durante la reunión con Xi. Trump dijo que quiere un nuevo arreglo que sea "equitativo" y "recíproco".
(Con información de AP)