El presidente de EEUU Donald Trump reconoció el miércoles que no está claro si su programada cumbre con el dictador comunista norcoreano Kim Jong Un sigue adelante, y dijo que continuaría insistiendo en la desnuclearización de la Península Coreana pese a las amenazas de Pyongyang de cancelar el encuentro.
Corea del Norte puso en duda una cumbre sin precedentes entre Kim y Trump, prevista para el 12 de junio, amenazando semanas de avance diplomático al decir que podría reconsiderarla si Washington insiste en que abandone unilateralmente sus armas nucleares.
Pyongyang también canceló las conversaciones de alto nivel con Corea del Sur, que iban a celebrarse el miércoles, debido a ejercicios militares conjuntos entre Washington y Seúl.
"Habrá que ver", dijo Trump a periodistas en la Oficina Oval al ser consultado si la reunión seguía en pie. "No hay decisión, no hemos sido notificados para nada (...) No hemos visto ni oído nada".
Washington aún tenía esperanzas en la cumbre, pero también se preparaba para un duro proceso de negociación, dijo la portavoz de la Casa Blanca Sarah Sanders.
"Aún esperamos que la reunión se lleve a cabo y continuaremos por ese camino, pero al mismo tiempo hemos estado preparándonos para que estas sean unas negociaciones difíciles", dijo Sanders en una entrevista con Fox News.
"El presidente está listo si la reunión ocurre. Si no sucede, continuaremos con nuestra campaña de máxima presión", agregó.
(Con información de Reuters)