Duele ver la saña y cobardía con la que los títeres del gobierno se han puesto de acuerdo para expulsar a Karla María Pérez González, valiente estudiante de Periodismo, de la Universidad Central Martha Abreu de Las Villas.
¿Cómo puede la UJC tener acceso a realizar un video de la organización Somos Más? Los medios de prensa oficiales de Cuba ni siquiera se han atrevido a divulgar la existencia de esta organización. Es evidente que la UJC y FEU, supuestamente organizaciones “no gubernamentales” recibieron información de los órganos de inteligencia del gobierno cubano.
Sin siquiera cuestionarse dicha información, como buenos aprendices del “periodismo revolucionario”, procedieron a realizar combativas reuniones en las que “valientemente” ejercieron la crítica contra una persona que no estaba presente.
Luego, estas mismas organizaciones se tomaron la atribución no constitucional ni escrita en ningún Reglamento de expulsar (o proponer expulsar) a una estudiante brillante de su carrera universitaria. La lógica legal indica que cualquiera de estas organizaciones sólo tendría facultad para expulsar a uno de los miembros de su propia organización.
Karla no ofendió, no maltrató, no hizo nada inmoral ni tuvo malos resultados docentes. Los directivos de estas organizaciones cuestionaban que Karla formara parte de la directiva de otra organización. Parece una paradoja, porque en efecto lo es. Incluso si ello fuera cierto, y si Karla hubiera estado tratando de captar nuevos miembros para su organización; la desmesurada medida tomada sólo revela la propia debilidad de sus ideas. ¿Acaso no es abrumadora la superioridad del ideal comunista? ¿A qué le temen? ¡Karla no habría logrado captar a nadie!
Haber recibido 6 votos a favor y 8 en contra, es una victoria aplastante. No puede verse como un simple ejercicio matemático aquel donde la ideologización forzosa, el dominio total de los medios de comunicación y de los planes de enseñanza, la incitación, el odio y el miedo (“quienes estén de su lado serán analizados”) han sido incorporados arbitrariamente a la ecuación.
Luego, entran en acción las autoridades universitarias. El Rector, quien con todos sus títulos, doctorados y rectorados no se atreve a enfrentar directamente a Karla o a sus padres. Les teme. Simplemente está huérfano de ideas comparado con esta estudiante de primer año porque padece el mismo síntoma que los miembros de Somos Más conocemos bien y que pudiéramos llamar “el Síndrome de Alarcón”.
La orientación más importante para todos es evitar el contacto con Karla. Su enfermedad es altamente contagiosa. En la “Batalla de Ideas” no puede haber contacto con el enemigo. “Batalla” es un eufemismo. Si nos limitamos a hacer maniobras militares cuando el enemigo no está presente nunca seremos derrotados.
Karla no es la primera ni será la última. De graduarse de la Universidad, y conseguir trabajo en uno de los medios “oficiales” de prensa, no tardaría en ser expulsada como le sucedió a Reinaldo Escobar y tantos otros.
Pero ya Karla es periodista, no la de papeles enmarcados en la pared, sino la que fustiga con la verdad la realidad de su patria. Los que hemos tenido el privilegio de leer sus crónicas en este blog lo confirmamos. Ojalá que desus compañeros, ayer verdugos y mañana títeres miserables, salga al menos algún otro verdadero periodista. Como dijera José Martí: “Odio la pluma que no vale para clavar la verdad en los corazones y sirve para que los hombres defiendan lo contrario de lo que les manda la verdadera conciencia, que está en el honor, y nunca fuera de él”.
La victoria para la Universidad y quienes se ocultan a su sombra no es que la expulsen. ¿Qué Universidad del mundo podría jactarse de perder a un estudiante brillante? La victoria para ellos sería que Karla claudicara y abandonara su filiación en Somos Más, que dejara de ser quien es para convertirse en un monigote con máscara similar a sus jueces.
Por eso creo, Karla, que ya has ganado. Pasarás a escribir en uno de los medios del periodismo del futuro, tal vez obtengas una beca para continuar tus estudios en el extranjero, con toda seguridad Dios tiene preparado algo mejor para ti.
Nos resta agradecer a la UJC de la Universidad Central. Gracias a su torpeza un número mayor de estudiantes y profesores de la Universidad ha conocido la existencia de Somos Más.Anímense, publiquen la historia en el órgano oficial de la juventud cubana. Disfrácenla de seudo periodismo, de calumnias y mentiras, es en definitiva lo que saben hacer. Con todo ganaremos. Somos y seremos más.
Publicado originalmente en el sitio digital de Somos+