El rapero cubano Maikel Castillo Pérez, conocido como "El DKano", ha sido sentenciado a un año de prisión bajo cargos de "peligrosidad social pre-delictiva", en vista oral celebrada el pasado miércoles 28 de enero en la capital cubana, informó el portal Diario de Cuba.
Castillo Pérez, quien vive en el barrio de Belén fue juzgado en el Tribunal Municipal de la Habana Vieja, y entre las irregularidades que citan las fuentes indican que la vista debió celebrarse en horas de la mañana, la suspendieron para el día siguiente y luego lo volvieron a conducir a la sala en horas de la tarde "cuando ya no quedaba nadie".
El juicio se celebró sin su abogado defensor, quien asistió al tribunal en una gestión puramente administrativa y se dio de bruces con su defendido, quien ya era condenado bajo la dudosa Ley de Peligrosidad Social.
Los antecedentes del joven artista se remontan a inicios de 2014, cuando fue objeto de un asalto a mano armada, pero a la celebración la fiscalía llevó a un acusado que no se correspondía con la identidad del verdadero agresor, un sujeto apodado "El Pinareño".
El Dkano mostró su desacuerdo ante las fallas judiciales y procedió en el acto a acusar a la Fiscalía y el instructor policial, nombrado Héctor, de corrupción por lo que fue conducido bajo estrictas medidas de seguridad para la unidad policial ubicada en Cuba y Chacón, en la Habana Vieja. De ahí fue conducido para el Vivac de Calabazar, esposado de pies, manos y cintura. El pasado miércoles se celebró el juicio, en el que fue sentenciado de manera sumaria.
Preso en Santa Clara
En una entrevista publicada en noviembre del 2013, Maikel se define como un rapero que no vive sólo de su música: "No hay muchas oportunidades que te permitan dedicarte completamente a esta música como para llevar de eso un sustento económico responsable. Además, soy constantemente censurado, lo que me cierra muchas puertas. Esas son las consecuencias de decir la verdad sin pelos en la lengua".
El artista relató a la publicación Havana Times que estuvo apresado en Santa Clara y que esta experiencia le sirvió para compartir escenario con el trovador cubano Silvio Rodríguez:
"Para mí por supuesto, fue un honor. En ese momento me encontraba recluido en la provincia de Santa Clara, y en la gira nacional que Silvio realizó por casi todos los Centros Penitenciarios, fui escogido para compartir el mismo escenario. Silvio Rodríguez fue en su momento un exponente de las críticas sociales de su época, siendo castigado y asilado en ocasiones, en una parte de su juventud trovadoresca. Es el más grande de los autores cubanos, por lo que me siento muy identificado con él", dijo al sitio digital.