La muy querida actriz cubana María Isabel Díaz (la Ofelia de Una novia para David) está triunfando nuevamente, ahora en la televisión. La exitosa serie Vis a Vis, que transmite Antena 3 los lunes en la noche, la llamó para conformar un elenco de lujo.
Se trata de un thriller de serie negra, con unos personajes que viven dentro de una cárcel de mujeres. Emociones muy fuertes, suspense, desnudos, de todo tiene esta entrega de una televisora española que, en nuestra opinión, ha apostado por las series de calidad, más allá de los culebrones trillados.
Telenovelas sobre prisiones de mujeres las hay en muchos países. Hoy en día se han convertido prácticamente en un género, pero la más renombrada es la norteamericana Orange is the New Black.
Vis a Vis es una adaptación del tema a un lenguaje peninsular, ibérico, para lo cual han construido un escenario específico donde predomina el color amarillo. En España las reclusas no llevan esos uniformes como plantea la serie. Lo que sí se ajusta bastante a la realidad es el sistema de personajes: Gitanas, inmigrantes y mujeres comunes y corrientes que han tenido un tropiezo en la vida o han matado, directamente.
El personaje que interpreta María Isabel, Sole (Soledad), representa un punto de inflexión en ese mundo de horror. Sole mató a un marido violento y abusador. Lo encontró con una amante y lo quemó vivo. Pero ella es todo amor, si acaso cabe la palabra en una jungla de barrotes donde la corrupción y el abuso de poder campea a sus anchas.
Sole es el hada madrina de Macarena, el personaje central que interpreta la española Maggie Civantos. El pasado lunes 11, según la web de Antena 3, el capítulo cuatro de Vis a Vis tuvo 3.9 millones de espectadores. Otro sitio en español asegura que la serie ha logrado desbancar a la popular teleserie La que se avecina.
María Isabel Díaz es todo sentimiento. Estaba afincada en Miami cuando la llamaron para hacer el casting de Vis a Vis. Vio las estrellas. En Miami, aunque aclara que no es resentimiento, estaba trabajando en programas de humor, shows al uso de la tele del sur de la Florida, pero aquí nunca consiguió hacer un personaje de ficción.
Ella es una mujer de cine. Formar parte del elenco de Volver, una de las más gustadas películas de Almodóvar, le ha dado un curriculum envidiable. Ser una chica Almodóvar asegura un pedigrí. Sin embargo, ella no lo utiliza si no es absolutamente necesario.
Aquí presentamos una conversación que sostuvo con Martí Noticias para actualizarnos sobre su vida. La Ofelia de Una Novia para David, que marcó una o dos generaciones de cubanos, continúa siendo simpática y extremadamente sensible.
¿Cómo llegas al elenco de Vis a Vis?
Con los directores de casting de esta serie había trabajo antes. En la serie Javier ya no vive solo, y también ellos fueron los directores de casting de Volver. Esta oportunidad fue excelente y vine para hacer la serie. Así que me llamaron y rápido hice mis maletas.
¿Estudiaste el tema de prisiones?
A través del relato de una persona que estuvo presa, porque su marido le era infiel y se tomó la justicia por sus manos. Esa señora me contó cómo se vive en la cárcel, cómo es necesario que nunca sepan tus debilidades ni tus miedos, que ella sí que los tenía. De todas maneras, era una mujer fuerte.
¿Qué ha significado en tu vida la película Volver?
Mi sueño era trabajar con Almodóvar, como muchas actrices que conozco. Fue una relación muy especial con alguien que entiende perfectamente el género femenino. Sus películas de mujeres me encantan. Me tocó la suerte inusitadamente.
A veces ha influido para mal. La gente piensa que soy inaccesible, que tengo un caché altísimo… Para bien, porque está en mi curriculum. Almodóvar es historia, incluso estando vivo.
Hay tres cosas que me han marcado mucho en mi vida profesional. Una es Una novia para David; la otra es La hora de las brujas, que mucha gente recuerda, de la televisión; y la tercera es Volver.
Hablando de volver, de esa palabra, ¿piensas regresar a Cuba a trabajar o a vivir?
Nunca he estado cerrada a esa posibilidad. En Cuba aprendí a caminar, a hablar. Tengo un vínculo indestructible con mi país. Allí están enterrados mi padre, mi madre y mi hermano.
Ahora no lo tengo en mis planes regresar a Cuba a vivir, aunque hay mucha gente que está volviendo. Cada cual debería tener la libertad de elegir dónde quiere vivir, en el momento en que quiera y por las razones que quiera. Si me sale trabajo en Cuba voy corriendo.
Después que vine a vivir a España hice dos películas en Cuba. Una es Las noches de Constantinopla y la otra es Frutas en el café, dos películas muy distintas que disfruté mucho. Trabajar en Cuba es complicado y el resultado te sabe mucho mejor. Solo espero que llegue ese momento, si llega, pero me encantaría.
¿Y Miami? ¿Qué me dices?
Me hubiera gustado tener más oportunidades en Miami. No tuve la posibilidad de hacer ficción. Me moví en el humor. Finalmente he aceptado eso como un género; no existe ese género, existe la comedia, pero...
He terminado aceptando eso como una categoría. Trabajar en el 41, en América Tevé, fue un aprendizaje, una experiencia. Hice casting en Telemundo, en Venevisión. No sé si es que tengo un físico que no funciona en Miami, o mi acento cubano… no lo sé. No estoy resentida, pero es una realidad… Me hubiera encantado hacer algo más allí.
Los últimos casi cuatro años de mi vida trabajé en Caso Cerrado. Eso sí fue una escuela, un aprendizaje de la vida, saber que hay otras realidades que no son tan lindas. La familia, esas células ocultas que conocí en Caso Cerrado.
A esos cubanos que día tras día me encontraba en Walmart, en las tiendas, en la calle y que siempre me dieron una mano, una sonrisa, un cariño, un dónde estás, a todos ellos les mando muchos besos.
María Isabel, Sole, Ofelia sonríen y lloran juntas cuando concluye esta entrevista, realizada mediante una cámara web. Nos separa el Atlántico y todavía, aunque ella adora Madrid, todavía le queda muy cerca el sentimiento de Miami. En muchas cosas, Miami parece ser una provincia de Cuba; salvando las distancias.
La vida sigue y ahora hay que disfrutar el éxito. Es lo que toca.