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UNPACU denuncia coacción y presiones a sus miembros encarcelados


El disidente cubano José Daniel Ferrer, líder la la Unión Patriótica de Cuba, en una foto de archivo.
El disidente cubano José Daniel Ferrer, líder la la Unión Patriótica de Cuba, en una foto de archivo.

El coordinador nacional de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, denunció este miércoles que presos políticos de esa organización están siendo coaccionados por agentes de la Seguridad del Estado para que abandonen la lucha opositora.

Amado Verdecia Díaz el miembro de la UNPACU que más tiempo lleva en prisión, y que su auto está ocupado por la policía política, la semana pasada lo trajeron al Centro de Detenciones de Versalles y le dijeron: Te puedes ir en el carro para tu casa, sólo tienes que retirarle el auto a la UNPACU”, dijo Ferrer a la periodista de Radio Martí, Yolando Huerga, durante una entrevista telefónica.

Ferrer citó también el caso de Albert Portuondo Alvarez, subcampeón mundial juvenil de boxeo en 2006, también encarcelado, a quien “le acaban de anunciar ocho meses de prisión (adicionales) sin delito alguno, y que sólo le liberan si renuncia a la organización”.

Portuondo, de 30 años de edad, vecino de Palma Soriano, en Santiago de Cuba, fue detenido el 21 de septiembre de 2016 y sancionado al día siguiente a dos años de cárcel por los delitos de "lesiones y amenazas", que el opositor considera "fabricados".

El pasado 2 de agosto, oficiales de la Seguridad del Estado le dijeron que deberá de permanecer otros ocho meses en la cárcel por un "error" de la sentencia.

Ferrer se refirió también a los casos de Lázaro Romero Hurtado y Vianko Vargas Martín, condenados a 15 años de cárcel cada uno por un supuesto delito de asesinato en grado de tentativa.

“A ellos les dijeron que salían en libertad de inmediato si hacían un video diciendo que la dirección de la UNPACU era corrupta”, afirmó Ferrer, quien agregó que ninguno de esos presos cedieron a las presiones.

Agregó que algunos miembros de UNPACU, “han sido quebrados por las presiones de la policía política, y entre ellos citó el caso de Yasmani Magaña Díaz.

“Ante los horrores que le obligaron a vivir en la Prisión de Boniato, no filmó el video, pero renunció a la organización”, subrayó.

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(Escrito por Pablo Alfonso, sobre reportaje de Yolanda Huerga)

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