El Gobierno de Luis Lacalle Pou expresó su preocupación por la falta de garantías para el ejercicio del derecho de libre expresión y de protesta pacífica por parte de los ciudadanos cubanos, y se sumó al repudio por la violencia ejercida hacia los manifestantes que salieron a la calle en La Habana y otras ciudades.
Por su parte, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de resolución que expresa su rechazo a la persecución política, represión, cercenamiento de derechos humanos, conculcación de libertades y abuso de fuerza por parte del Estado cubano.
El diputado del Partido Nacional, Juan Rodríguez, censuró a los que defienden la dictadura cubana “al preguntarse con qué cara puede defendérse la democracia y la libertad cuando se hace la vista gorda y oídos sordos y se defiende a la dictadura cubana" y agregó que "si el régimen cae, como cayó el Muro de Berlín, se cae la mentira".
Rodríguez se cuestionó: "¿Qué tiene que pasar en Cuba, qué más tiene que pasar, tienen que matar a todo el pueblo, ¿una guerra civil tiene que pasar?, ¿eso es lo que quieren?, ¿muerte y más muerte? Permitan al pueblo cubano ser libre, así como a nosotros nos ayudaron a ser libres”.
La declaración reclama a las autoridades cubanas liberar de inmediato a las personas detenidas por el solo hecho de hacer uso de los derechos de manifestación pacífica y libertad de conciencia, así como el cese de hostilidades, dando inicio a un proceso de apertura democrática tan ansiado y reclamado hace tantos años por el pueblo cubano.
El proyecto también convoca a la comunidad internacional a expresarse al respecto para que se logre colaborar con la transformación del marco jurídico que actualmente admite y sostiene la flagrante violación de derechos fundamentales en la isla.