Un nuevo acto vandálico contra una iglesia en La Habana sucedió este miércoles, confirmó a Radio Televisión Martí el párroco Fray Lester Rafael Zayas Díaz, quien se encontraba celebrando la eucaristía en la Iglesia de Jesús Obrero y fue víctima, una vez más, de lo que en un inicio parecía un robo, pero en realidad no lo fue.
"Ayer en la capilla de Jesús Obrero, donde yo estoy oficiando desde hace un tiempo sustituyendo a un sacerdote, pues hicieron lo mismo. Entraron, rompieron una puerta (...) Y nada se llevaron. Sólo causaron destrozos", relató Fray Lester.
Afirma el sacerdote católico que pese a que en la parroquia habían artículos considerados de valor, como una laptop, un proyector, un equipo de audio y unos ventiladores, los vándalos no se llevaron nada.
"En definitiva, nosotros consideramos que es parte de algo que, de algún modo, no sabemos cómo está organizado, o al menos tolerado de alguna forma, porque nunca aparece el ladrón. Es el mismo proceder. Nadie sabe nada. Los perros policiales no encuentran nada", señaló.
"Esta vez ingresaron al templo rompiendo la puerta lateral. Aunque removieron cosas y partieron unos cables conectados entre una laptop y un proyector, no se llevaron nada", publicó en su cuenta de Facebook el periodista, residente en La Habana, Adrián Martínez Cádiz.
No es la primera vez que se registra, en un lapso de pocas semanas, un ataque como este contra una iglesia católica en la capital cubana. En ambas ocasiones, ha estado el Padre Lester al frente de la parroquia.
"El pasado 7 de marzo, el padre Lester compartía a través de su cuenta en Facebook una nota donde informaba de un robo llevado a cabo en su Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en la calle Línea, en el Vedado, ubicada frente al partido municipal", reportó Martínez Cádiz, una información que el propio Padre Lester confirmó, calificando el ataque como "misterioso".
"Nos robaron aquí, en la parroquia, llamamos así, de forma misteriosa, porque no rompieron ninguna puerta, nunca se ha sabido por dónde entraron. Y, efectivamente, rompieron las alcancías, ni siquiera se llevaron todo el dinero. En fin, que fue más grande el daño que hicieron que lo que realmente se llevaron", detalló el religioso.
"Entraron a la Iglesia y robaron las ofrendas que depositaron los fieles en las alcancías del templo. Nada más. Lo sustraído no fue gran botín, sin embargo no llevaron ni sistema de audio, micrófonos, bocinas, ventiladores u otras cosas de mayor valor que se encontraban en el templo, lo que llamó la atención.", explicó Martínez Cádiz en su relato publicado en Facebook.
Ante la frecuencia y similitudes de ambos ataques, el Padre Lester cree que pueda tratarse de una forma de amenazarlo. "Creemos que pueda ser de alguna manera una forma de alguien de hacernos saber: 'Podemos entrar cuando queremos', porque, de lo contrario, tenemos que estar hablando de un ladrón con déficit mental".
Fray Lester Rafael Zayas Díaz es firmante de la carta titulada “He visto la aflicción de mi pueblo”, publicada en enero de 2021, en la que un grupo de sacerdotes, laicos y feligreses alientan a romper “las cadenas” frente a la crisis política, económica y social que vive el país, y aseguran que “es momento, como pueblo, de volver a Dios”.
La Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús ha informado también que "por motivos de "falta de coordinación" -nos han dicho- este año no nos han aprobado la procesión del Santo Entierro (Viernes Santo)" por las calles del Vedado.
Desde hace 14 años, la Parroquia había podido hacer esta procesión "sin problemas".
Por su parte, Martínez Cádiz señala que "Curiosamente, la iglesia (de Jesús Obrero) queda frente a la entrada principal de la unidad militar de tropas especiales (boinas negras) del barrio llamado el Fanguito, donde el presidente Miguel Díaz-Canel jugara un partido de béisbol cuatro días antes".
Agrega el periodista que "A pesar de los guardias permanentes (en el lugar, frente a la iglesia), nadie vio ni escuchó nada".
Asimismo, resalta el periodista, estas no fueron las primeras iglesias donde ha ocurrido un incidente similar. "Hace un par de días, en el santuario de Arroyo Arenas, entraron, desorganizaron todo, pero, nuevamente, no se llevaron nada".
En su escrito, a Martínez Cádiz solo le queda cuestionar: "¿Son estos malos ladrones? ¿Son ladrones? ¿Quién está detrás de estos sucesos? ¿Cuál es la intención?".
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